El Txakoli Abasolo fue lugar de celebración tras el tradicional partido de fin de temporada, aquel que juega Parque Bilbao frente a un equipo de su Afición. Por la proximidad del colegio Zurbaranbarri, y por la comodidad que nos proporcionaba, sobre todo si el clima nos permitía comer a la intemperie, este txoko centenario se estaba convirtiendo en un tradicional punto de encuentro de veteranos y de recién llegados al club. Nos proporcionó tardes agradables, como la del año pasado, donde prolongamos nuestra estancia hasta bien entrada la tarde.
Este lugar, casi místico, cerró hace unos meses, transformando de esta forma, un futuro de risas y de ratos agradables, en un presente de recuerdos.
Cierre del Txakoli Abasolo
Fueron varias las comidas en las que concurrimos un montón de amigos del club, como esta del 2011, que es una de las primeras de las que tengo documento gráfico.
Esta, además de a veteranos ilustres, congregó también a jugadores del equipo de 1ª, y del recién creado en 2ª. Y al igual que sucedió en otras ocasiones, se prolongaba allí el reparto de premios que se había iniciado en el colegio, al final del partido.
Con los años, el almuerzo en aquel lugar, en las faldas del monte Artxanda, se convirtió en una tradición, al igual que lo habían sido en años anteriores las cenas en el Lersundi. Y también el número de comensales creció, precisando de más espacio nuestro encuentro.
En el año que testimonia esta foto, el 2014, se entregó una placa a Iban por sus 200 partidos en el club. Eran horas para comer, pero también para los homenajes. Aunque para homenajes, los que se otorgaban algunos a sí mismos, con los valencianos y otras bebidas.
En esta comida tuvo lugar, así mismo, un momento histórico, cuando Iván nos contó, de nuevo, el famoso chiste de "Supertomate", del que quedó constancia, tanto sonora como visual, pero cuyo contenido no desvelaré en esta ocasión.
