martes, 31 de enero de 2017

Fe en la victoria (1). Anbotopeko

Parque Bilbao 69 Anbotopeko 67
Senior 1ª. 10-11-2013. Colegio Zurbaranbarri
Para entender la importancia de esta victoria, debería primero señalar una estadística, que se me antoja contundente. De los 16 partidos que hemos jugado contra Anbotopeko, a lo largo de todos estos años, el balance de victorias y derrotas es de 3-13.
Las dos victorias anteriores a esta a la que hago mención, sucedieron el 31 de marzo del 2001 y el 31 de octubre del 2002. Ambas, con una diferencia amplia en el marcador, y en el juego. Por aquella época, bien es cierto, Anbotopeko no había reunido aún el grupo de jugadores de estos últimos años, que le hace estar continuamente en los primeros puestos de la liga, pero nuestras victorias fueron igualmente meritorias. La primera de ellas, por 76-48, en el Colegio Madre de Dios, dejó nuestra anotación repartida, anotando más de 10 puntos hasta cuatro jugadores: Mikel San Juan, Ahmad, Asier y Carlos. Además, un espléndido 9/10 en tiros libres. En la segunda victoria, también amplia, 43-67, también cuatro de los jugadores anotaron 10 puntos o más: Patxi, José Solozábal, Manu y Asier. El hecho de ganar en Tabira daba aún más credibilidad a una victoria que, por aquel entonces, nos hacía estar uno, o varios peldaños por encima de aquel equipo.
Sin embargo, los siguientes siete partidos jugados resultaron de signo bien distinto. Aunque en principio nuestras derrotas fueron por escasa diferencia, pronto llegaron aquellas en que éramos, simplemente, apabullados. Resultados amplios, especialmente aquel último partido del año 2012, en que sufrimos la mayor paliza deportiva en 20 años, y encajamos así mismo el mayor número de puntos, aunque también conviene puntualizar que esto ocurrió ante uno de los mejores equipos en categoría provincial de los últimos años. Aquel partido que la memoria quiere borrar, pero la estadística no nos lo permite.
Tan solo una temporada después de aquel descalabro histórico, se produjo la tercera victoria.
Al llegar al Colegio Zurbaranbarri, circulaba una pregunta en el ambiente, ¿por cuánto perderíamos este partido? Mas dos factores tiñeron de esperanza esta incertidumbre. Por un lado, no parecía este Anbotopeko tan temible como en años anteriores. Bien pudiera ser esta una apreciación sugestionada por nuestro deseo de no acabar el partido apabullados, pero el otro factor a tener en cuenta era, desde luego, una realidad fehaciente: su equipo había venido con solo cinco jugadores. Cinco para jugar todo el partido. Y esto sí suponía, intuíamos, una ventaja.
Emi y Mario, que vinieron a ver el partido, me aconsejan que mantengamos un ritmo alto, que tarde o temprano, nos dará una importante ventaja física. Así intentamos hacerlo. Esto será clave para la victoria. Esto, y nuestra fe, especialmente la de algunos.

martes, 24 de enero de 2017

El campo en el que no podíamos perder (2)

Y volvimos al sendero del triunfo, aunque la victoria en Txurdinaga, anotando solo 37 puntos, no fuese para henchirnos de orgullo y satisfacción. Sí en cambio fue un día para el recuerdo, aquel 3 de mayo a las 16:30 (hora de comienzo de nuestros partidos en el Instituto), en el que no solo apabullamos a Barrena Berri, lo que era habitual en nuestros primeros años de rivalidad, sino que dos jugadores sobresalieron, y de qué manera. Por una parte, nuestro "Juanki" tuvo posiblemente su mejor partido en el club, gracias a sus 12 puntos (tercera mejor anotación de nuestros jugadores), entre ellos, dos triples, y a sus 6 rebotes, en un partido en el que, además, ejercía como capitán. Su actuación de aquel día resultó sorprendente y grata al mismo tiempo, y aún hoy permanece en el recuerdo de unos cuantos.
Pero no menos impactante fue el 26-26 de José. Sus 26 puntos y 26 rebotes (17 en defensa, 9 en ataque), a los que añadir 3 asistencias, fueron sencillamente Espectaculares. Aún hoy no ha sido superada esa marca en rebotes totales ni defensivos, y hasta hace dos años, se mantenía también inalterable la de rebotes de ataque. Todo ello sirvió para completar la quinta mejor valoración de siempre, 45. Aquel día, estos dos fenómenos encabezaron la victoria ante Barrena Berri por 69-35.
A la siguiente victoria, a domicilio contra Lagun Artea, le sucedió el quinto y último triunfo en el Instituto de San Adrián. El 17 de mayo ganamos a Ezkorak "B" Romoko, que era como se llamaba aquel equipo, por 63-54. Aunque nuestros puntos estuvieron repartidos, fue Álvaro el máximo anotador, en la que había de ser la despedida de aquel que había sido su campo, y que durante cinco partidos también fue el nuestro. Cinco partidos, cinco triunfos, el campo inmaculado.
 
Acabamos la temporada perdiendo en Gallarta. Fue aquel un partido a destacar, aunque no precisamente por nuestro juego, y que merecería una posterior alusión en este blog.
 
 Just breathe

lunes, 23 de enero de 2017

El campo en el que no podíamos perder (1)

Solo hay un campo en el que, jugando como equipo local, no hemos perdido. Sí, lo habréis adivinado enseguida, sobre todo los más veteranos (si hay alguno por ahí), porque es el Instituto de San Adrián. Hasta allí nos fuimos a jugar, y a entrenar, durante la segunda fase de nuestra primera temporada. Anteriormente (ver El club del ahorro (1)), jugábamos siempre en el campo del equipo contrario, y entrenábamos donde podíamos, como por ejemplo en las canastas de "debajo de la autopista", pero tras ciertas gestiones de Álvaro con el centro del que había sido alumno, en febrero cambiamos de lugar de juego. Y este campo descubierto, con aros que parecían un poco "duros", o al menos así me lo dice la memoria, y con una longitud que se me antojaba infinita, sería testigo de cinco victorias; es decir, todos los partidos que jugamos allí.
Comenzó la racha en el instituto el 22 de febrero, con una victoria frente a Txurdinaga, en la que se consiguió el mayor elenco de "gorros" del club en un partido, 11, que aún no ha sido mejorado, merced a los 4 tapones de José y Álvaro, y a los 3 de Jorge. Aquel día, en la victoria por 11 puntos, no solo colaboró dicho recital de tapones, sino también el 85.71% en tiros libres (12/14), una de las mejores marcas de siempre.
La segunda victoria en casa (cuarta consecutiva de la segunda fase), fue por 22 puntos a Lagun Artea. Quizá sea este el segundo partido más recordado de cuantos jugó Iñaki en el equipo, tras el de Colegio de Abogados. Disfrutó solo la primera parte, dado que debía acudir a otro partido como entrenador, anotó 25 puntos, con 28 de valoración, y se marchó al descanso dejando el partido con el tanteo de 47-25.
La tercera en casa, sexta en total, llegaba frente a Gallarta, por 8 puntos. Y ahí se cortaba la racha de victorias, puesto que al siguiente partido, en Zaldúa, no acudimos (ver El club del ahorro (2)). Nos tocaba jugar en casa, mas no disponíamos del campo de juego para ese partido, así que aquella se convirtió en "la derrota económica", como fue titulada la crónica de aquella época.
 
 Instituto de San Adrián

domingo, 15 de enero de 2017

La cuesta de enero

La cuesta de enero resulta difícil. Dejar atrás las comilonas y dulces navideños no es tarea sencilla. De hecho, algunos no los dejamos atrás de un día para otro, sino que preferimos que el cambio hacia una dieta saludable sea en modo progresivo, es decir, que comience el 7 de enero y dure hasta el 23 de diciembre. De esta forma será menos traumática la vuelta a la rutina.
En esto del baloncesto, a Parque también se le ha hecho cuesta arriba el comienzo del año. Tras un período vacacional en el que normalmente no entrenábamos, bien por ausencia de gente o, como estas últimas temporadas, por ausencia de campo, era complicado que comenzásemos el año ganando. Aunque esto, por otra parte, era lo más probable, si nos atenemos a nuestra estadística de derrotas.
 
El año 1997 lo comenzamos perdiendo con Montaño, por solo un punto; al año siguiente ganamos cómodamente a Arkitze, un año después, a Zubileta, en Algorta. En el 2000 ganamos en Leioa, ante el equipo del mismo nombre, y en el 2001 casi de 30 a Bermeo. En el 2002, en un amistoso en Balmaseda, perdimos ante Águilas; el año posterior, a Rover le endosamos una de las mayores diferencias (45) a nuestro favor. Sin embargo, en el 2004, fue Ugeraga quien nos apalizó. Más derrotas, aunque sin tanta diferencia, llegaron en los dos años siguientes, ante Ruperto Medina primero y Colegio Basauri después. En el 2007, en el día de reyes ganamos por incomparecencia de Indautxu Bakarra, que para colmo era el equipo local.
En el 2008 jugamos un amistoso con La Salle, sin conocimiento del resultado o ganador, y unos días después, contra Congelados Picazo, sí tuvimos conocimiento de nuestra derrota. Victoria ante Gordexola en el año siguiente, y posterior derrota contra Colegio de Abogados.
En el año de gracia del 2011 jugamos un amistoso en el que ganamos y perdimos, todo al mismo tiempo, dado que jugó Parque Bilbao A contra Parque Bilbao B. Así pues, felicitaciones para todos, porque todos salieron ganando..., o perdiendo. Y en los años siguientes, la mayoría de los partidos de comienzo de año acabaron con decepción: en 2012 derrota frente a Amigos Otxarkoaga, en 2014 frente a Aurrera Ondarroa, en 2015 Güerto, y en 2016 Jesuitinas. Se salvan las victorias del 2013, en que se ganó a Águilas, y la del presente año, ante Leioa.
En definitiva, por si no os queréis molestar en contar, lo que acepto de buena gana, el balance de esos primeros partidos fue de 9 victorias, 10 derrotas, un partido sin ganador y uno con ganador-perdedor. Y ampliándolo a todo el mes de enero, nuestras cuestas de enero nos han deparado, hasta la fecha, 31 victorias y 53 derrotas. Vamos, en nuestra línea estadística, por lo que queda comprobado que la culpa de perder en enero no tiene que ver con nuestros excesos navideños.
 
Cuesta de enero