En dos años se casaron dos clásicos del club, que es una manera cortés para evitar llamarlos viejos o carrozas. Tanto Manu primero, como José al año siguiente, llevaban un porrón de años de noviazgo, y por fin se dignaron casarse. No es que nos molestara que prolongaran el noviazgo tanto tiempo, es más bien, que teníamos ganas de boda, y he aquí que esos dos años pudimos disfrutar de la siempre tan apetecible barra libre, posterior a todo banquete que se precie.
Previamente a la boda de Manu, se celebró un partido con gente del club, a modo de despedida de soltero. Como se puede comprobar en la foto, aquí se descubrió que Manu, además de Yolanda, tenía otro amor...
En la barra libre del banquete, en Sondika, los cinco representantes de Parque demostramos que, si bien nuestra calidad deportiva mostraba algunas lagunas, nuestra capacidad para ingerir cubatas dejaba seco cualquier vaso que se acercase. De hecho, no abandonamos ese lugar del bar hasta que nos aseguraron que ya no quedaban más botellas que vaciar, excepto claro está, las de refrescos o de agua.
¿Dónde estaba yo el día de ese partido? ¡Cómo pude perderme tamaño acontecimiento!
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