domingo, 27 de octubre de 2019

La victoria del Siglo (1)

13 de abril de 2003. Tocaba madrugar, jugábamos a las 10:30 de la mañana en la cancha del favorito del grupo, del favorito de la liga, y del favorito de cualquier competición en aquella época; es decir, nos tocaba jugar contra Siglo XXI País Vasco. Se trataba de un "club" constituido gracias a la colaboración entre el gobierno vasco y las federaciones de baloncesto, tanto la española, como la vasca, como las territoriales.
Sus objetivos iban enfocados al alto rendimiento, para seleccionar jugadores que alcanzasen el máximo nivel español. Además, parece ser que también tenía otros dos objetivos (según indica el artículo de Solobasket Modo y estructura de trabajo del CAR Siglo XXI), como eran el de "potenciar y dinamizar el baloncesto en la zona donde se implante", y "mejorar y formar entrenadores jóvenes que formen parte del proyecto". No tengo claro que estos dos objetivos se cumplieran, al menos a tenor de lo que vimos durante esos años. Por una parte, el baloncesto no se potenció o dinamizó más de lo que ya estaba, salvo, por supuesto, en el mismo centro de alto rendimiento donde Siglo XXI entrenaba; y por otro lado, no vimos muchos entrenadores jóvenes a los que poder formar.
Aquel proyecto deportivo, que duró tan solo unos años, y del que tan solo algunos jugadores alcanzaron posteriormente el máximo nivel, no solo español sino europeo, consumió una serie de recursos económicos que, cuando menos, justifican mis dudas sobre la utilidad del extinto Siglo XXI País Vasco. En cuanto al aspecto deportivo, no se puede negar que su plantilla estaba formada por jugadores en edad cadete, y que aun así era capaz de ganar la liga senior de nuestra categoría. Tampoco se puede negar que sus equipos, como era preceptivo según la normativa federativa territorial, debían comenzar a competir desde la categoría senior más baja. Sin embargo, había otra normativa que fue cambiada o "transformada" para la ocasión, y es que toda una plantilla de jugadores cadetes no hubiera podido jugar en una liga senior. Se podría decir que los impedimentos normativos fueron adaptados por bien del "interés general" que iba destinado a unos pocos.
 
Tras estos breves trazos del rival en cuestión, conviene centrarme ya en lo que aconteció aquel día. A pesar de ser el equipo visitante, jugamos en el colegio Madre de Dios, que también era la cancha de Siglo XXI, aunque ellos, además, también entrenaban allí. Aquel día alguno que otro de nuestro equipo había disfrutado de una larga noche, lo que sumado a la temprana hora en la que jugábamos, y por supuesto, al favoritismo con el que partía Siglo XXI, no albergábamos muchas esperanzas de ganar el partido.
La crónica de aquel partido, así como su título, hoy día se me antoja muy escueta, sobre todo si la comparo con otros partidos históricos que hemos disputado en estos 23 años de historia. O expresado con otras palabras, la importancia y la grandeza de aquella victoria no quedó convenientemente reflejada en las escasas nueve líneas que componían esa crónica. Fue "La VICTORIA, con mayúsculas", sí, pero también algo más; fue la victoria del Siglo.
 
 
Crime of the century
 
 

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