Mi crónica de aquella victoria ya ha sido relatada, mas he intentado recuperar algunas remembranzas de dos de los grandes protagonistas del partido:
"¿Qué impresión te produjo el equipo de Siglo XXI antes de comenzar el partido?"
Patxi: "Dadas mis circunstancias, mi cabeza estaba en medir sensaciones. Cada vez que entraba a canasta, mientras estiraba, tirando tiros libres, me centraba en que ese día tocaba sumar confianza, con cada bandeja, con cada tiro metido. A medida que el cuerpo empezaba a sudar iba sintiéndome mejor, entonado. Y mientras, de reojo, como siempre he hecho (primero lo nuestro pero también un ojo al rival), vistazos al contrario, cómo eran (grandes, jóvenes, muy bien equipados y disciplinados), cómo se movían (algún que otro mate en la rueda, ágiles), al entrenador (distante, profesional, pocas palabras porque la rueda giraba sola...). Todo eso prometía un partido exigente. Me motivaba, me metía aún más en el calentamiento, aplaudía ese tiro metido, esa bandeja..., había que meter intensidad ya.
En lo personal, parecía que las cosas iban pero quedaban dudas; había que verlo con defensa, en juego real. Sentía el cuerpo un poco frío todavía (cosa de la edad, suponía), y eso no me gustaba. Calenté desplazamiento lateral, forcé un poco más..., ese día tocaba limpiar el marrón del partido anterior."
En lo personal, parecía que las cosas iban pero quedaban dudas; había que verlo con defensa, en juego real. Sentía el cuerpo un poco frío todavía (cosa de la edad, suponía), y eso no me gustaba. Calenté desplazamiento lateral, forcé un poco más..., ese día tocaba limpiar el marrón del partido anterior."
"¿Algún recuerdo del primer cuarto?"
Patxi: "Una toma de contacto. Son rápidos, ágiles, bastante jóvenes y francamente grandes. Nosotros vamos entrando en el partido, al principio parecemos encogidos, hay que dar algún que otro grito para romper esa sensación tan peligrosa, aplaudir esa defensa, esa bandeja, ese rebote.
En lo personal, mediado el cuarto (recuerdo el momento exacto: atacando la canasta que cuelga de la pared donde están las puertas de los vestuarios y de la calle, meto un tiro desde el lateral -¡mi tiro!- con el defensa encima), es cuando sé que hoy sí, que el cuerpo responde en las defensas, que los tiros entran, que va a ser un buen día."
"¿Algún recuerdo de los otros tres cuartos?"
Patxi: "Muy metidos en el partido, jugando sorprendentemente con mucha inteligencia y madurez, juego eficaz, a rachas brillante con bajones normales en nosotros. Pero esta vez no nos sacan del partido, no le perdemos la cara. Muy buen rollo en el equipo, gritos de ánimo cuando se falla, aplaudiendo cuando se mete. Nos lo hemos creído, ya sabemos que podemos ganar el partido, que estamos cerca. Ellos han estado jugando como esperando que en cualquier momento nos daríamos cuenta de que no era posible ganarles y parecen sorprendidos de que no sea así; incómodos, poco acostumbrados a que les planten cara. Y nosotros lo hacemos. Han cometido un gran error: nos lo hemos creído, llegamos a los minutos finales mordiendo, dispuestos a ganar como sea. Hace tiempo que no hay timidez ni miedo. Les jugamos de igual a igual, incluso mejor que ellos. Ganamos rebotes en ataque que permiten segundas opciones de tiro, que se clavan. Su entrenador está indignado, los chavales muy incómodos, nosotros con el cuchillo entre los dientes a por todo. Este partido solo nos lo pueden ganar, no lo vamos a perder bajo ningún concepto.
Personalmente, un enorme placer de partido: intensidad, confianza derivada de que las cosas salen, de que el rival no sabe o no acierta a pararnos. Tiros de media distancia sin fallos casi, robos y anticipaciones, incluso rebotes (alguno ofensivo con tiro a media vuelta metido). El equipo aguanta, juega y domina. Se sabe parar cuando el juego lo pide, correr cuando conviene. Y todo cae por su propio peso, por su desconcierto y nuestro acierto. Gran, gran Victoria."
Victory
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