sábado, 22 de abril de 2017

Resaca en Logroño (3)

La tarde saludó a la noche, y nosotros dimos la bienvenida a una cena, con tarta y todo, en el mismo establecimiento donde tuvieron lugar los esforzados juegos previos. Aunque en un principio el restaurante organizaba las mesas según los grupos de despedidas de solteros y solteras, los integrantes de estos ya se encargaron, por propia iniciativa, de confraternizar con los de los grupos vecinos, sobre todo cuando dicho vecindario acogía una despedida de soltera.
 
Para despedirnos de aquel sufrido local, una foto con todos los que acompañamos a Iván y Raúl, incluidos los susodichos.
 
 
Aunque la despedida se prolongó un poco más...
 
 
Finalmente aterrizamos en la noche logroñesa. Pero lo que ahí dentro, o fuera, sucedió, forma parte de la memoria colectiva, o individual, de los que allí estuvieron. No difundiré, por tanto, ni las imágenes, ni las anécdotas que por otra parte ya fueron proclamadas durante la resacosa mañana del domingo, entre pincho y pote de la calle Laurel, y en el transcurso de nuestro regreso a Bilbao.
 
 
Aquel 20 de abril había finalizado, y como no podía ser de otra manera, habíamos escuchado varias veces el conocido tema de Celtas Cortos. Sin embargo, no, no es esa la canción que sonará a continuación. Hubiera sido una elección muy previsible...
 
 
 

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