Aunque Carlos es reconocido por su faceta defensiva, su gran capacidad física también le ayudó a protagonizar buenos partidos en ataque. Entre ellos, por la notoriedad de los números, podría destacar la apabullante victoria ante Indautxu Bakarra, por 82-48, de comienzos del curso 2006-07, en la que participó con 33 puntos, con 12 canastas de 2, y 3 triples. O los 31 puntos, con 11 canastas de 2, y 2 triples, en la victoria ante Centro Salmantino, por 65-62, en el último partido oficial de la temporada 2004-05. De los 31, 14 los anotó en el primer cuarto. En ambos partidos no se llevaron estadísticas, por lo que no hubo más datos que los que proporcionaban los actas.
Otro ejemplo de buena actuación ofensiva fue la victoria ante Paúles Plaza, por 62-54, en los inicios del décimo aniversario, a la que contribuyó con 27 puntos, y 14 de 19 tiros libres (mencionada someramente en Uno es bueno y nos vale (2). Enchufadores). O también, los 28 puntos, con 14 canastas de 2 (segunda mejor marca, compartida), que aportó en la victoria más escandalosa de nuestra historia, la del 81-21 a Txurdi, en el comienzo del curso 2000-01.
Mas incluso, sin anotar muchos puntos, también podía ser decisivo, como aquel partido en su primera temporada, en el polideportivo Txurdinaga, en el que con el tiempo ya finalizado, anotó un tiro libre que supuso la victoria contra Pinturas Atxukarro. Y no hay que olvidarse de que fue uno de los protagonistas de la victoria del Siglo...
No obstante todo lo expuesto, que proclama su gran capacidad defensiva y ofensiva, la trayectoria de Carlos en el club también es recordada por otras dos facetas. Por una parte, sigue acumulando el mayor número de técnicas (35), que dificilmente será superado, por cuanto éstas se recibían en una época, ya olvidada, en la que acumulábamos estas infracciones por decenas. Y por otro lado, y sobre todo, es recordado por su admirable adaptación al entorno festivo, en el cual se desenvolvía quizá incluso mejor que en el terreno de juego. En este campo tuvo buenos compañeros, con los que compartió bares nocturnos, encadenándolos con partidos de domingos por la mañana, sin mostrar especial afectación física por esta causa (o más bien, tratando de no mostrarla). Fueron muchas noches, o incluso tardes, en las que Carlos y su compañero de fatigas de la fotografía, mostraron una envidiable resiliencia frente al entorno festivo de aquellos años.
Mas incluso, sin anotar muchos puntos, también podía ser decisivo, como aquel partido en su primera temporada, en el polideportivo Txurdinaga, en el que con el tiempo ya finalizado, anotó un tiro libre que supuso la victoria contra Pinturas Atxukarro. Y no hay que olvidarse de que fue uno de los protagonistas de la victoria del Siglo...
No obstante todo lo expuesto, que proclama su gran capacidad defensiva y ofensiva, la trayectoria de Carlos en el club también es recordada por otras dos facetas. Por una parte, sigue acumulando el mayor número de técnicas (35), que dificilmente será superado, por cuanto éstas se recibían en una época, ya olvidada, en la que acumulábamos estas infracciones por decenas. Y por otro lado, y sobre todo, es recordado por su admirable adaptación al entorno festivo, en el cual se desenvolvía quizá incluso mejor que en el terreno de juego. En este campo tuvo buenos compañeros, con los que compartió bares nocturnos, encadenándolos con partidos de domingos por la mañana, sin mostrar especial afectación física por esta causa (o más bien, tratando de no mostrarla). Fueron muchas noches, o incluso tardes, en las que Carlos y su compañero de fatigas de la fotografía, mostraron una envidiable resiliencia frente al entorno festivo de aquellos años.
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