Triple de Carlos. Es el minuto 1 de partido, y tomamos ventaja (5-3), que ya no dejaríamos hasta el final.
Otro triple de Carlos, en el minuto 4.
Tercer triple consecutivo, en esta ocasión, de Asier, en el minuto 5.
Cuarto triple; de Raúl, en el minuto 7. Comenzamos a despegarnos, con 10 puntos de diferencia. Al final del primer cuarto, 4 a 2 en triples, que no está mal.
Al poco de comenzar el segundo cuarto, dos triples: de Emi, en el minuto 1, y de Asier, en el 2.
Y otro triple más: de Mikel en el minuto 4. Ya la diferencia es más cómoda, 17 puntos.
Y otro más, de Emi en el minuto 7.
¡Y otro! Mikel en el minuto 9.
En el segundo cuarto, 5-0 en triples, con una diferencia al descanso de casi 30 puntos a favor. 9 triples ya es una pasada, pero el festival aún no ha terminado...
El décimo se hace esperar. Lo ocasiona Raúl, en el minuto 4.
Repite Raúl dos minutos después. Para entonces la diferencia es de casi 40 puntos para Parque.
Emi, en el 9, suma otro hirukoa más.
Y finaliza el tercer cuarto con un triple de Jose, que también, envidioso él, quiere unirse a la fiesta.
Tras tres cuartos, el recital triplero es escandaloso, pero aún quedará un hirukoa más, el que anotará Mikel en el minuto 8 del último cuarto.
Acaba el partido, y en los jugadores de Ermua (como también en los de Parque) se aprecia semblantes de incredulidad, y oigo en los visitantes rumores que suenan a excusas: que si esto no es habitual, que si la fortuna nos ha sonreído... Permito que la indiferencia obvie esas palabras; supongo que es cómodo basar el peso de una aplastante derrota en la suerte: 44 puntos de diferencia, 14-2 en triples.







