Durante las cinco primeras temporadas, otra fuente de ingresos fue el reparto, a cambio de un donativo, de calendarios de bolsillo del año entrante, que contenían, además, números para participar en un lote de productos navideños. En la primera ocasión, el calendario contenía un único número, y el donativo era de 200 pesetas; en la siguiente temporada, el donativo bajó a las 100 pesetas, conteniendo, sin embargo, un número más; y las tres siguientes temporadas, se trataba de un único número, pero manteniendo las 100 pesetas.
El sistema, implantado por nuestro "Juanki", aun siendo en principio buena idea, se apoyaba, como tantos otros sistemas, en la voluntad y capacidad de las personas que ofrecían los calendarios (normalmente, los jugadores y el entrenador), de obtener un beneficio económico para el club, que era sinónimo de obtenerlo para ellos mismos. Si una de estas premisas no se cumplía, el beneficio obtenido, tras restar el gasto de la impresión, no era especialmente alto. Es decir, había quien sacaba un buen dinero de esto de los calendarios, y quien apenas sacaba para cubrir lo que había costado editarlos. Así pues, llegada la sexta temporada del club, el desinterés en obtener dinero mediante este sistema resultaba tan evidente, que ya no se volvió a encargar a ninguna imprenta la emisión de estos calendarios.
Para los dos primeros años, hubo poca originalidad, puesto que en el anverso del calendario propiamente dicho, había una foto del Ath. de Bilbao (aunque en el segundo año a alguien se le olvidó incluir la "h", dejándolo en un curioso "At. Bilbao").
Para los dos primeros años, hubo poca originalidad, puesto que en el anverso del calendario propiamente dicho, había una foto del Ath. de Bilbao (aunque en el segundo año a alguien se le olvidó incluir la "h", dejándolo en un curioso "At. Bilbao").
Para la siguiente temporada, cambiamos el fútbol por otro de nuestros símbolos: el Puente Bizkaia. Y para conmemorar la llegada del año 2000, optamos por la variedad, ya que ofrecimos hasta cinco tipos diferentes de imágenes en los anversos de los calendarios, aunque tan solo el que aparece aquí reflejado tuvo algún éxito. Los otros cuatro modelos, precisamente, de tres "chicas modelo", y de un chiste con cierto contenido erótico, ni fueron bien aceptados por todos los jugadores, ni mucho menos, por los potenciales clientes, sobre todo, los de género femenino.
Con la lección aprendida, para los calendarios del año 2001, omitimos las imágenes "subidas de tono", si bien mantuvimos la variedad en las fotografías, para que el cliente eligiera entre un calendario con el palacio Euskalduna y el puente Zubizuri, u otro con la plaza del Sagrado Corazón.
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| Calendario de 1998-99 |
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| Calendario de 1999-00 |
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| Calendario de 2000-01 |





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