Durante la temporada 2007-08 también jugamos en el colegio Salesianos, aunque solo hasta finales de febrero.
Tras la decepción de la segunda fase del curso anterior, había ciertas dudas de si en esta ocasión repetiríamos un buen comienzo de liga. Y no solo fue así, sino que lo mejoramos, llegando a las 9 victorias consecutivas, que sumada a la última de la temporada anterior, elevaba a 10 la mejor racha victoriosa de nuestra historia. A pesar de que deportivamente hemos vivido mejores temporadas, aquel período entre octubre y diciembre del 2007 fue apoteósico.
La primera victoria, fue el 23 de junio, por 69-62 en el tradicional partido contra la Afición; la segunda, el 9 de octubre, en un amistoso en Arkitze, por 41-51; del siguiente amistoso, ante Loiola Indautxu, no consta ni resultado ni ganador, por lo que dejó cierta duda de si esta recién comenzada racha se interrumpía o se prolongaba. A partir de entonces, 7 partidos de liga: Jarrilleros (48-70), Padura (55-59), Arkitze (61-49), Unkinako (57-48), Konami (44-55), Ermua (93-49), y Lagunok (40-45). La histórica decena de triunfos se alcanzó en el último partido de aquel año, en un amistoso en la cancha de Unamuno (65-81).
No sé si aquel inicio de liga se debió a la insuficiente calidad de los equipos a los que nos enfrentamos, o a que nuestro nivel era muy relevante entonces. En cualquier caso, desde que volvimos a perder, en enero del 2008, hasta el final de la temporada, nuestro ranking fue de 10 victorias y 11 derrotas.
En lo que respecta a Salesianos, aquel curso ganamos 8 de los 9 partidos allí celebrados. Se había convertido en una cancha que nos daba suerte y que nos resultaba agradable para el juego, así que, a pesar de no entrenar allí, al comenzar los partidos ya percibíamos que aquel campo nos otorgaba una cierta ventaja. Además, algunos importantes choques de nuestra historia tuvieron allí lugar, como el "concurso de triples" que hubo en el partido con Ermua (ver Festival de triples), la victoria por 81-44 a Jarrilleros, aquella frente a Konami (69-40), en la que conseguíamos, matemáticamente, la clasificación para la fase de ascenso, o el partido de la despedida de Arkitze.
Aquel campo nos dejó buenos recuerdos, mas no solo dentro de la cancha, sino también fuera de ella, donde se encontraba nuestra afición.
Tras aquella temporada, volvimos a alquilar aquel campo salesiano, para jugar el 14 de diciembre de la temporada siguiente, contra Barrena Berri, y ganar por 61-60. Sin embargo, nuestro último partido allí fue el pasado 22 de abril de 2018. Casi 10 años después, volvimos a un campo nostálgico, aunque en esta ocasión como equipo visitante. La victoria lograda, contra pronóstico, nos permitió mantener la categoría (ver el último párrafo de Los pupas (5). Las últimas lesiones). Seguro que la amama María Teresa estuvo allí, al igual que en la foto, dándonos suerte.
Aquel campo nos dejó buenos recuerdos, mas no solo dentro de la cancha, sino también fuera de ella, donde se encontraba nuestra afición.
Tras aquella temporada, volvimos a alquilar aquel campo salesiano, para jugar el 14 de diciembre de la temporada siguiente, contra Barrena Berri, y ganar por 61-60. Sin embargo, nuestro último partido allí fue el pasado 22 de abril de 2018. Casi 10 años después, volvimos a un campo nostálgico, aunque en esta ocasión como equipo visitante. La victoria lograda, contra pronóstico, nos permitió mantener la categoría (ver el último párrafo de Los pupas (5). Las últimas lesiones). Seguro que la amama María Teresa estuvo allí, al igual que en la foto, dándonos suerte.
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