Las rodillas han continuado amargando a la gente de Parque. En las últimas temporadas, los problemas de menisco de Manu, agudizados con algún esguince más, han sido una tortura, que sin embargo, y por suerte para todos, no le han impedido demostrar en mayor o menor medida su calidad. Se ha vuelto habitual verlo sentado, tras acabar cada partido, con hielo sobre las rodillas.
También por culpa de una rodilla, Asier Durán, en su única temporada en el club, tan solo pudo jugar 10 partidos oficiales. Y en la misma temporada, también por una grave lesión, aunque esta vez no fue de rodilla, Hugo se perdió el resto de aquel curso. Tardó en comenzar la temporada, para recuperarse de un problema físico, y cuando lo hizo, restaban tres partidos para concluir la 1ª Fase del equipo de 2ª. Jugó los tres, mas en el último, contra Zornotza, un encontronazo o zancadilla (no quedó muy claro) con uno de los jugadores visitantes, llevó a Hugo al suelo, y como consecuencia, a una luxación de hombro que le arruinó toda la temporada. Fue una nueva fatalidad en el club.
Al igual que otra grave lesión de hombro, que nos privó de seguir disfrutando del juego de Patxi, si bien esta se produjo fuera de la temporada.
Y la última fatalidad llegó hace bien poco. Otra grave lesión de rodilla, que ha impedido que Shaffer siga aportando calidad e intensidad en el nuevo Parque Bilbao. En su única temporada, en la que el equipo ha estado tonteando con el descenso, a falta de dos jornadas parecía difícil que el equipo se salvara. Las pifias de anteriores partidos nos obligaban a ganar los dos partidos que restaban, o al menos uno de ellos, puesto que el otro implicado, La Salle, debía jugar el siguiente encuentro en la cancha del líder intratable. Y lo conseguimos, si bien no ganamos precisamente el que esperábamos, que era el último, en nuestro campo, sino el más difícil, el que jugamos en cancha de Dosa Salesianos, que estaba luchando por entrar en la Final Four de la categoría. Aquel día, en un gran partido, según se cuenta, dejamos en 37 puntos al equipo local, y dimos un paso importante para salvar la categoría, que se ratificó con la derrota de La Salle en la semana posterior.
Shaffer no apareció en el clásico selfie tras aquella victoria, porque durante el partido la lesión le envió para el hospital, mas estuvo a él dedicada, al igual que la permanencia que finalmente conseguimos. Y también para él fue el Supertomate Especial que se entregó en el Día de la Afición.
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