Tan solo dos días después de la contundente paliza a Holiday Inn Derio, llegó otra en el polideportivo de Trápaga, en la que el resultado de 41-80, incluso se me antojó algo corto.
Si bien tuvo un guion similar que la victoria anterior, recuerdo unos argumentos más claramente pronunciados; esto es, rebote, y a correr. Fruto de ello, Asier Santa. y, sobre todo, Beñat, se "hincharon" a hacer contraataques hasta el aro contrario, merced a los pases de sus compañeros.
Jugando nuevamente con solo seis, salvo Aritz, los otros cinco anotaron al menos 10 puntos (Asier Santa., 22; Patxi, 12; Iker, 12; Iñigo, 11; Beñat, 20). De nuevo se antojaba imposible perder con tanta gente anotando, y más aun si la diferencia de edad de los jugadores del equipo de Trápaga, respecto a la de los dos o tres que corrían sin parar en Parque, era tan notable.
La tercera de las tres palizas (consecutivas las tres) llegó tan solo unas semanas después, si bien en esa ocasión no acabó en victoria nuestra. Los 39 puntos de diferencia que nos infligió Patronato (83-44), en el colegio Maristas, en otro partido en el que presentamos tan solo seis jugadores, escoció, y mucho. Mas lejos de servirnos para el futuro, aquel desastre se volvió a repetir. Aunque de esto ya se hablará en otra ocasión...
Y completando los 52 días, la cuarta paliza fue en el último partido de liga que jugó Parque en el 2013. El 22 de diciembre, la victoria en Derio por 37-80 (aunque por un error al contar, el anotador en el acta apuntó 79 puntos), tuvo algunas diferencias respecto a aquella de la cincuentena que le endosamos el mes anterior. En esta nueva victoria contamos con 11 jugadores, de los que solo dos llegaron a la decena de puntos. Curiosamente, el único que no anotó fue el merecedor del Papa Noel de chocolate (ver Papa Noel de chocolate (2)). Pero, más allá de la victoria, de la paliza, o del juego, fue el partido de los brazaletes negros, como homenaje a la madre de Iván, que falleció en aquellos días.


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