Las nuevas licencias plastificadas, que habían entrado en vigor en el curso 2005-06, experimentaron algunas variaciones desde entonces. A saber, aumentaron un poco su grosor, aumentaron los importes que aparecían impresos, correspondientes al seguro médico y a otras cuotas, y sobre todo, cambiaron los colores. Así, desde la temporada 2006-07 hasta la 2010-11, las licencias fueron de color azul, y durante la 2011-12 y 2012-13 fueron impresas en un agradable color verde.
A partir de entonces, durante las siguientes cuatro temporadas se fueron alternando los colores: una temporada en azul y la siguiente en verde. Y en el curso 2017-18, los federativos decidieron cambiar a un rojo que, en mi opinión, no favoreció la belleza estética de estas tarjetas deportivas.
Finalmente, aquel juego de colores llegó a su fin hace poco. Desde la temporada en la que está publicada esta entrada, las fichas son digitales. La tecnología ha dejado obsoleto el papel y aquel trajín que se traían los delegados o entrenadores de turno, llevando todas esas tarjetas del equipo de un campo a otro.
A continuación se muestra una ficha de cada color. Se pueden apreciar diferencias, por ejemplo, en los importes de los costes federativos, o en la consideración de los jugadores como comunitarios o de formación (aunque esto, para nuestro equipo al menos, no tenía ninguna utilidad).
Juego de colores
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