martes, 30 de octubre de 2018

Mea culpa

Tras los dos fallidos ascensos, comentados en las entradas anteriores, había que fijarse en un aspecto del juego que en este blog, hasta ahora, apenas se ha mencionado; esto es, la figura del entrenador.
Han sido varios los entrenadores, que teniendo o no ficha en los diferentes equipos, han desempeñado dicha labor, mas a mí me ha correspondido en bastantes ocasiones. Y por ende, la cantidad de errores y de pifias ha sido exponencialmente mayor que la de otros.
Especialmente "sangrante" fueron esas dos temporadas mencionadas, mas no solo. La mala dirección de partidos, la poca inteligencia en la organización de entrenamientos, que en muchas ocasiones se basaban más en ideas utópicas que en realidades, o la inadecuada gestión de egos en ciertos años, fueron quizá los problemas más importantes, que provocaron resultados bastante decepcionantes, teniendo en cuenta las plantillas que estuvieron en el club.
Si bien es cierto, también, que algo bien sí se hizo, como en la primera temporada de aquel segundo equipo que creó el club; siendo autocrítico, el balance global como entrenador, en absoluto puedo considerarlo bueno. Otra cosa es que los jugadores que pasaron por el club, en diversas épocas, ayudaran a la obtención de exitosos resultados deportivos.

No solo los no ascensos provocaron mi sonrojo, sino también aquel descenso de categoría con una plantilla con la que podíamos aspirar a acabar en la parte alta de la clasificación; o el peor puesto de nuestra historia (penúltimos de la más baja categoría) en 2014-15; o siendo plenamente autocrítico, incluso aquellas fases de ascenso en las que malas direcciones en ciertos partidos nos impidieron lograr cuando menos un subcampeonato de liga. En este sentido, gran amargura me produce aún el recuerdo del "Boskosazo", es decir, la inesperada derrota en el campo de Boskozaleak de la última jornada del curso 2009-10, a causa de cierto empecinamiento mío, o a no ser suficientemente incisivo en algunas cuestiones evidentes. Nunca tuvimos tan cerca ser segundos de la categoría (o incluso primeros).
 
Respecto a partidos concretos, más que a temporadas completas, las pifias son demasiado numerosas para incluirlas todas aquí. La derrota contra Independiente, en la que un jugador local nos anotó 11 triples, palizas recibidas de Salleko, o de Águilas, la remontada de Mungia en un partido ya ganado a falta de pocos minutos, o el olvido en Montaño para sacar del banquillo a Carlos el día de su debut, por lo que únicamente jugó, aproximadamente, unos 30 segundos, son solo unas breves reseñas entre tantas y tantas.
Pero quizá las peores, las que más huella me han dejado, son aquellas que tuvieron consecuencias extradeportivas, como aquel partido en la cancha de Haro, en los primeros años, en que Carmelo no jugó un solo minuto, en un encuentro que perdimos por una diferencia clara. Aquella incomprensible decisión por mi parte, provocó otra: que el jugador dejase el equipo.
Son muchas las situaciones, las malas decisiones, o la falta de ellas, que han tenido consecuencias desastrosas para el rendimiento deportivo de los diferentes equipos que han pasado por el club. Por todo ello, y porque, por desgracia, no puedo cambiar el pasado, entono un claro, y sin matices, mea culpa.

 

viernes, 26 de octubre de 2018

Los pupas (6). El rey lesión

Mención aparte merecerían dos jugadores que podrían hacer suyo el calificativo de "pupas", debido a la cantidad de lesiones sufridas. Uno de ellos, Asier, ha sufrido unas cuantas (incluida una dental), si bien sus problemas en los talones le mermaron sobre manera en varias temporadas.
Aunque el "Gran Pupas", el acaparador de lesiones, el que más sabe de anatomía, merced a sus variados y repartidos contratiempos por todo el cuerpo, ha sido Ander. A saber:
- sobrecarga en el cuello
- luxación en hombro izquierdo
- luxación en codo izquierdo
- sobrecarga en la espalda
- tirones en los aductores
- rotura de fibras en cuádriceps derecho
- esguince en rodilla derecha
- rotura de fibras en gemelo derecho
- cuatro o cinco esguinces de tobillo, tanto en el izquierdo como en el derecho
- fascitis plantar en pie derecho...


Por su persistencia en visitar médicos, y fisioterapeutas, y por su interés en comprobar la hospitalidad y el buen hacer del hospital de Basurto, Ander ha reunido suficientes méritos para convertirse en el rey lesión.
 

 

miércoles, 24 de octubre de 2018

Los días en la ikastola (2)

En la temporada 2001-02 también jugamos en la Ikastola Begoñazpi, aunque con poco éxito en lo deportivo, acabando con 11 victorias y 17 derrotas, en partidos oficiales; siendo el balance de los partidos jugados en casa, de 6 victorias y 8 derrotas.
Aquella fue una temporada más recordada por lo que sucedió alrededor del equipo que por los resultados en sí. Fue el curso en que tuvimos la colaboración de una administración de fincas y de un pub, pasando a llamarnos Fincas Vicente-Pub Azzurro, y cambiando nuestro equipaje, siendo los pantalones de color blanco, y las camisetas de color azul, de acuerdo al nombre del pub, y cuya serigrafía plasmamos en la parte delantera.
Precisamente en el partido en que inaugurábamos el nuevo nombre del equipo, en diciembre, en la victoria frente a Ermua, Mario, que había sido el que había buscado la opción de colaboración con el pub, anunciaba su marcha del equipo, con objeto de atender el bar que había alquilado en Rekalde. Aunque a mediados del mes siguiente volvió, y lo hizo para quedarse hasta el final de esa temporada, y de la siguiente.
También volvió Jose en esta temporada, y llegaron Roberto y Daniel, si bien este último tuvo un paso muy efímero por el club.
Esta fue la temporada, así mismo, del torneo de navidad de Balmaseda, o de nuestro primer escudo, que fue diseñado por Jorge.
En lo deportivo, no fue un buen curso. En la segunda fase, un quíntuple empate nos llevaba a descender de categoría. Aunque quizá cabe destacar victorias como las logradas en la primera fase frente a Montaño a domicilio, en la que nos arbitró Antonio Sacristán, un árbitro de ACB; o frente a Independiente, también fuera de casa, en un día muy ventoso. O en la ikastola, las victorias frente a Zamudio, o Asti Leku, equipo que después, en el partido de vuelta, nos dio una paliza escandalosa en un frontón cubierto de polvo.

En la temporada 2002-03, jugamos los tres primeros partidos de casa en la ikastola, con un balance favorable, de 2-1. Pero la subida de precio en el alquiler del campo, unida a la falta de información previa por parte de la ikastola, nos decidió a dejar aquel lugar, para volver al Colegio Madre de Dios, en donde escribiríamos una de las épocas más gloriosas de nuestra historia...
 

lunes, 22 de octubre de 2018

Jose, sin acento (2)

Si nos atenemos a las estadísticas, aunque no solo por ellas, es fácil entender la importancia que tenía Jose en el equipo de aquellos años. De hecho, salía en el cinco inicial un partido sí y otro también...
En su debut, que fue el del club, el 19 de octubre de 1997, a algunos nos sorprendió que no saliese en el cinco titular. Mas esto con el tiempo quedó en una anécdota, máxime porque el siguiente partido, y victoria, frente a Salde, fue el primero de una racha de partidos en los que empezaba como titular, que se prolongó, nada menos, que hasta los 84 consecutivos. Es decir, desde el comienzo de aquella primera temporada, 1996-97, hasta el noveno partido de la 1999-2000, fueron más de 3 años seguidos siendo un "fijo" en el quinteto titular, hasta que en la temporada en que yo no estaba sentado en el banquillo, otro entrenador decidió (por entonces no se sabía nada de esta estadística) terminar con esa "rutina" de titularidades. Y si el primero de esos 84 partidos fue frente a Salde, que resultó una abultada victoria, por 23-63, quiso la providencia que el encuentro en que Jose perdía la titularidad fuese, precisamente, contra Salde, y también con una clara victoria, por 62-29. Esto es un ejemplo más de que el protagonista de esta entrada lo ha sido también de buen número de anécdotas en la historia del club.

Sus 10 temporadas estuvieron divididas en tres etapas. Tras las cuatro primeras temporadas del club, se tomó un año sabático, para jugar otras cuatro temporadas, tras su vuelta, y participar del segundo ascenso. En el curso 2005-06 afrontó un gran reto, como fue jugar en Bidegintza, en 1ª división (es decir, varias categorías por encima de la nuestra). Y en su regreso, jugó otras dos temporadas.
En todo ese tiempo, además de completar grandes partidos y estadísticas, fue uno de los asiduos a los eventos festivos que se organizaban (o se desorganizaban) tras, o antes de los encuentros. En definitiva, un todo terreno dentro y fuera de las canchas; un claro exponente de lo que era un "jugador Parque" en aquellos años.
Y tras aquella temporada 2007-08, Jose se casó con Olaya, una de nuestras aficionadas más queridas. Aun con pesar, debíamos reconocer que perder a Jose como jugador se justificaba plenamente por lo que él ganaba junto a dicha compañera.


Aquel que cuando lo conocimos, hace ya muchos años, tenía un parecido razonable con el ala-pívot de aquellos Celtics de los años 80, con el tiempo se convirtió en uno de los jugadores más importantes, y con más carácter, que han pasado por nuestro club. Una persona que se ganó el respeto, incluso, para que su nombre, obviando la normativa ortográfica y las continuas llamadas de atención de los procesadores de texto, se escribiera sin acento.
 

sábado, 20 de octubre de 2018

Jose, sin acento (1)

En la derrota frente a Unamuno, además de despedirnos del ascenso, lo hacíamos de Jose. Era su último partido oficial, aunque volvió a jugar en el tradicional amistoso contra la Afición.
Tras 244 partidos (el 7º en la lista de los más veteranos), 84 de los cuales como capitán, se despedía discretamente alguien que en la cancha no pasó desapercibido. Sus famosos "barrigazos" defensivos, su espíritu competitivo en ambos lados de la cancha, o sus comentarios frente a inoportunos y demasiado "crecidos" rivales, no nos dejaron indiferentes en el club. Además, en una época en que aún se registraban las estadísticas de los partidos, protagonizó algunas marcas muy reseñables, especialmente durante nuestras tres temporadas primeras.
Lo sufrieron, especialmente, los de Barrena Berri. En el partido de ida del curso 1996-97, en Ortuella, anotó 31 puntos (la más alta anotación suya), con 4 triples, 10 rebotes, y 38 de valoración. En el partido de vuelta, en nuestro campo de San Adrián, 26 puntos, 26 rebotes (récord vigente del club), y 45 de valoración. Era este el primer partido en que se llegaba a los 20-20 (ver El primer 20-20).
Fue también el primero en conseguir un triple-doble. En la segunda temporada, en el Colegio Madre de Dios, en la victoria a Bedarbide por 57-42, Jose anotó 23 puntos, cogió 15 rebotes (7 de ellos en ataque), y recibió 10 faltas; con una valoración de 27. En esa misma temporada, y también frente a Bedarbide (aunque esta vez no hubo victoria), llegó el segundo triple-doble de nuestra historia; y que se tenga constancia, último hasta ahora. Iñaki fue su autor, merced a sus 20 puntos, 17 rebotes, y 10 faltas recibidas; con 31 de valoración.
Aunque también metía puntos, el aspecto del juego que más llamaba la atención en sus estadísticas era el del rebote. Además de los 26 rebotes ya referidos, otras cuatro marcas suyas están entre las diez máximas de nuestra historia (19, y 17 en tres ocasiones). Y si se distingue entre rebotes defensivos y ofensivos, también en ambas estadísticas tiene cinco de las diez mejores.



sábado, 13 de octubre de 2018

Más arriba de Zurbaran... (2)

Fue Asier el "causante" de que entráramos a formar parte del ámbito extraescolar del colegio Zurbaranbarri. Como ex alumno del mismo, lo propuso como futuro lugar de entrenamientos y de partidos, en una época en que el gimnasio del colegio Arangoiti, donde entrenábamos, ya se nos quedaba pequeño, y en que, aunque no estábamos mal jugando en el colegio Salesianos, nos parecía más interesante entrenar y jugar en un mismo lugar, y a un coste más reducido.
En aquel curso, sin embargo, al haber empezado a entrenar en el colegio Arangoiti, en la solicitud formal que aportamos al colegio el 23 de enero del 2008, únicamente pedíamos la cancha para jugar los partidos. De esta forma, y tras cumplir con los demás trámites burocráticos pertinentes, el 9 de marzo de ese mismo año, jugamos nuestro primer partido en Zurbaranbarri, que perdimos por 44-45 ante Lagunok.

La segunda fase de la temporada 2007-08 la jugamos ya en nuestra nueva sede. Comenzamos con un amistoso que perdimos, mas la primera victoria en Zurbaranbarri llegó en el primer partido oficial, frente a Gaztelueta, por 67-54. El equilibrio en la anotación interior-exterior fue clave; Asier aportó 19 puntos, Carlos, 16, y Jose, 11. Nuestra siguiente victoria tardó más en llegar. Fue tras cinco derrotas, que conseguimos un triunfo de mérito, en la cancha de Paúles, por un punto de diferencia. Esa fue nuestra segunda y última victoria en la liga de ascenso, aunque aún nos quedaba una última jornada...
A pesar de ser los últimos de un grupo de seis, merced a los resultados de los otros equipos, la victoria en el último partido nos hubiera llevado a la cuarta posición, que a posteriori hubiera sido suficiente para ascender a Senior Preferente. Sin embargo, el partido de finales de mayo en Zurbaranbarri, frente a Unamuno, certificó el adiós al ascenso de categoría, por segundo año consecutivo.
Fue un final decepcionante, y triste, porque a la derrota, que se antojaba había sido obra de nuestros deméritos, más que de las virtudes del equipo visitante, se unía la despedida de Jose Fernández.
Aquel final del partido fue tan calamitoso como lo había sido todo el tiempo anterior, mas con el agravante de que flirteó con el surrealismo. En un tiempo final (no sabría decir si fue un minuto, o fueron dos), en lugar de tener paciencia y fe, para dar la vuelta a una diferencia en el marcador, que por otra parte no era tan abultada, o en lugar de buscar, al contrario, medidas desesperadas para igualar el resultado, se fueron los pensamientos, más bien, a la despedida de nuestro pívot, y a cómo poder homenajearlo como merecía. Se me olvidó, quizá, que el mejor homenaje en una fase de ascenso es ascender...
 

martes, 9 de octubre de 2018

Más arriba de Zurbaran... (1)

Es lo que tantas y tantas veces he aclarado a aquellas personas de otros clubs que me preguntaban por la ubicación de nuestro actual campo de juego (y también de entrenamiento). "Está más arriba de Begoña. No confundir con el colegio Zurbaran, el nuestro está más arriba".
Hablar de Zurbaranbarri es hablar de una cuesta terrible, a la que sigue otra cuesta aún más pronunciada. Es dificultad para aparcar (esto es más un bulo que una realidad). Es hablar de una especie de hangar, sin gradas. Pero sobre todo, es hablar de un campo que se ha convertido a la vez en nuestro presente y en nuestro pasado; de un lugar de encuentro en el que diversas ideas, sensibilidades, formas de pensar, de jugar, de disfrutar, o de cabrearse, han confluido y han formado el Parque Bilbao actual. Un campo antiguo para un equipo moderno; gente nueva que ha desempolvado el pasado, y gente más veterana que sigue actualizando el presente.
El colegio Zurbaranbarri es el lugar en el que más partidos ha jugado Parque Bilbao en su historia, y por ello, ha capturado buena parte de nuestras nostalgias, de nuestras ensoñaciones, y de nuestros recuerdos.
 
 

 

viernes, 5 de octubre de 2018

Nostalgia de Barakaldo (3)

Durante la temporada 2007-08 también jugamos en el colegio Salesianos, aunque solo hasta finales de febrero.
Tras la decepción de la segunda fase del curso anterior, había ciertas dudas de si en esta ocasión repetiríamos un buen comienzo de liga. Y no solo fue así, sino que lo mejoramos, llegando a las 9 victorias consecutivas, que sumada a la última de la temporada anterior, elevaba a 10 la mejor racha victoriosa de nuestra historia. A pesar de que deportivamente hemos vivido mejores temporadas, aquel período entre octubre y diciembre del 2007 fue apoteósico.
La primera victoria, fue el 23 de junio, por 69-62 en el tradicional partido contra la Afición; la segunda, el 9 de octubre, en un amistoso en Arkitze, por 41-51; del siguiente amistoso, ante Loiola Indautxu, no consta ni resultado ni ganador, por lo que dejó cierta duda de si esta recién comenzada racha se interrumpía o se prolongaba. A partir de entonces, 7 partidos de liga: Jarrilleros (48-70), Padura (55-59), Arkitze (61-49), Unkinako (57-48), Konami (44-55), Ermua (93-49), y Lagunok (40-45). La histórica decena de triunfos se alcanzó en el último partido de aquel año, en un amistoso en la cancha de Unamuno (65-81).
No sé si aquel inicio de liga se debió a la insuficiente calidad de los equipos a los que nos enfrentamos, o a que nuestro nivel era muy relevante entonces. En cualquier caso, desde que volvimos a perder, en enero del 2008, hasta el final de la temporada, nuestro ranking fue de 10 victorias y 11 derrotas.
 
En lo que respecta a Salesianos, aquel curso ganamos 8 de los 9 partidos allí celebrados. Se había convertido en una cancha que nos daba suerte y que nos resultaba agradable para el juego, así que, a pesar de no entrenar allí, al comenzar los partidos ya percibíamos que aquel campo nos otorgaba una cierta ventaja. Además, algunos importantes choques de nuestra historia tuvieron allí lugar, como el "concurso de triples" que hubo en el partido con Ermua (ver Festival de triples), la victoria por 81-44 a Jarrilleros, aquella frente a Konami (69-40), en la que conseguíamos, matemáticamente, la clasificación para la fase de ascenso, o el partido de la despedida de Arkitze.
Aquel campo nos dejó buenos recuerdos, mas no solo dentro de la cancha, sino también fuera de ella, donde se encontraba nuestra afición.


Tras aquella temporada, volvimos a alquilar aquel campo salesiano, para jugar el 14 de diciembre de la temporada siguiente, contra Barrena Berri, y ganar por 61-60. Sin embargo, nuestro último partido allí fue el pasado 22 de abril de 2018. Casi 10 años después, volvimos a un campo nostálgico, aunque en esta ocasión como equipo visitante. La victoria lograda, contra pronóstico, nos permitió mantener la categoría (ver el último párrafo de Los pupas (5). Las últimas lesiones). Seguro que la amama María Teresa estuvo allí, al igual que en la foto, dándonos suerte.
 

miércoles, 3 de octubre de 2018

El décimo aniversario (5)

Tras la final, se entregaron diversos premios. El de Patxi, como ganador de triples, una copa a cada equipo participante, o un balón oficial de ACB, que se sorteó en una rifa. He aquí el balón, y su afortunado ganador.


También se entregó un obsequio a dos de los fundadores del club, Juan y Jesús, que ayudaron hace una década a que este empezase su camino.
 
 
Quién me iba a decir que diez años después de aquel debut en Orduña, Parque aún existiese. Habíamos protagonizado grandes partidos y grandes victorias, aunque también grandes decepciones. Ya comenzaba a ser "leyenda" el partido que se ganó a Siglo XXI, o el chiste de Supertomate. Habían sido diez años de historietas.
Con la entrega de premios, habíamos finalizado las celebraciones del décimo aniversario. Aunque el mejor de los premios fue este, el que representa esta foto de aquel 11 de marzo.