En nuestra primera temporada jugamos los partidos de casa en la cancha de los rivales, y durante la segunda fase, en el Instituto San Adrián (ver El campo en el que no podíamos perder (1) y El campo en el que no podíamos perder (2)), pero para la siguiente temporada tuvimos que buscar una nueva cancha de juego. Para ello, pusimos una hoja en el tablón de anuncios de la federación, en la que figuraba un teléfono, y un escueto mensaje: "Equipo de 2ª regional de Bilbao busca campo de juego". A pesar de la parca información ofrecida, no tardamos mucho en recibir la llamada de una tal Pili, del Colegio Madre de Dios. Ésta, encargada de gestionar el alquiler de su pabellón para diversos clubes, nos comunicó el precio para entrenamientos y partidos. Aunque, por razones económicas, decidimos no entrenar allí, y volvimos a la cancha municipal de Basurto, debajo de la autopista, establecimos aquel colegio como nuestra cancha de juego para los partidos de casa. Así, a razón de 5000 pesetas por 2 horas de alquiler, el Colegio Madre de Dios se convirtió en uno de los campos en los que más éxitos hemos disfrutado.
El 28 de octubre de 1997, en el segundo partido de liga, debutamos en la nueva cancha, obteniendo una victoria ante Pinturas Atxukarro, por 60-49. Nuestros anotadores de aquel día fueron: Jorge (2), César (6), Iñaki (17), Jose (13), Iván (8), Asier (1), Cobelo, Álvaro (2), Mikel San Juan (5), Carlos (6). Aquel partido comenzó a las 20:20, aunque nuestro horario habitual en los primeros años sería, o bien a las 16:20, o bien a las 18:20, según el horario disponible. El comenzar los partidos a y veinte fue, simplemente, para ajustar lo más posible el tiempo de juego al tiempo de alquiler del pabellón.
A pesar de permanecer imbatidos en nuestro nuevo campo durante los tres primeros partidos, pronto comprobamos, que a diferencia del Instituto San Adrián, en este campo sí podíamos perder...
El 28 de octubre de 1997, en el segundo partido de liga, debutamos en la nueva cancha, obteniendo una victoria ante Pinturas Atxukarro, por 60-49. Nuestros anotadores de aquel día fueron: Jorge (2), César (6), Iñaki (17), Jose (13), Iván (8), Asier (1), Cobelo, Álvaro (2), Mikel San Juan (5), Carlos (6). Aquel partido comenzó a las 20:20, aunque nuestro horario habitual en los primeros años sería, o bien a las 16:20, o bien a las 18:20, según el horario disponible. El comenzar los partidos a y veinte fue, simplemente, para ajustar lo más posible el tiempo de juego al tiempo de alquiler del pabellón.
Antiguo recibo del alquiler del pabellón
A pesar de permanecer imbatidos en nuestro nuevo campo durante los tres primeros partidos, pronto comprobamos, que a diferencia del Instituto San Adrián, en este campo sí podíamos perder...

No hay comentarios:
Publicar un comentario