viernes, 2 de agosto de 2019

Los ascensos (14). El ascenso del siglo

Tras un pequeño "bache", de dos derrotas consecutivas, las victorias continuaron en aquel 2003. Ganar de nuevo a Gordexola (68-60) costó bastante más que en el partido de la ida. El equipo visitante contaba en esta ocasión con Jesús (nuestro histórico Txus) de entrenador, y su equipo nos dio más batalla de la que esperábamos.
La siguiente victoria, en el campo de Boskozaleak (54-84), se consumó en la segunda parte, la cual ganamos por 27 puntos de diferencia. Este fue el tercero de los partidos consecutivos en los que Carlos anotó al menos 20 puntos, y el segundo de una racha de seis triunfos seguidos.
La tercera victoria, ante C.B. Amigos (60-55), también costó más de lo previsto. La cuarta, sin embargo, en el campo de Zornotza, fue más holgada, gracias a una gran segunda parte. En esta victoria llegábamos de nuevo a los 80 puntos en esta temporada: 66-85.
 
La quinta de las victorias de esta buena racha fue una de las más importantes del año, puesto que significó la clasificación, casi de forma matemática, para la fase de ascenso. Se trataba de ratificar la victoria de la primera vuelta en La Casilla, y dejar atrás a uno de nuestros rivales para entrar en el grupo de los aspirantes al ascenso. En el 70-60 a Patronato, la anotación se repartió así: Hermann (3), Roberto (2), Patxi (8), José Solozábal (14), Mario, Manu (16), Aritz (6), Jose Fernández (1), Mikel García (8), Carlos (12). Ni siquiera la desesperada presión del equipo visitante durante el último cuarto fue suficiente para hacernos desistir de nuestro empecinamiento en ganar. Aunque para ello también fue importante que los árbitros sancionaran los contactos que ocasionaba una defensa desesperada como aquella. De hecho, este fue el partido, de todos los que hemos jugado hasta el día de hoy, con mayor número de faltas sancionadas al otro equipo (44).
Consecuencia de esto, fueron los 60 tiros libres que lanzamos, aunque también el horrible recital de fallos, que una gran victoria como aquella dejó un tanto en segundo plano. Y es que a pesar de que unos años después se produjo la negativa racha de tiros libres en tres partidos consecutivos, relatada en Uno es bueno y nos vale (3). De veinte en veinte, lo de esa victoria frente a Patronato fue especialmente negativo: ¡¡29 fallos en tiros libres!! (31/60). Sin embargo, a pesar de que parecía difícil igualar semejante racha, acabando aquella temporada 2002-03, casi se logra. Fue en el último partido de liga, en Arkitze, donde se completó un 19/45. En esa ocasión, José Solozábal volvió a mostrarnos que eso de los tiros libres no era su fuerte, precisamente, terminando el partido con una estadística de 6 de 22 en tiros libres.

 

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