Tras la primera experiencia en Llodio, volvimos allí en otras dos ocasiones para jugar un partido de pretemporada. En ambas nos enfrentamos a Llodio B.C., y ambas fueron victorias. Y en la temporada 2001-02, además del viaje a tierra alavesa, también hicimos turismo por Ermua, en un amistoso que resultó de lo más curioso (ver Templos del basket).
Además de los equipos de Llodio, con tres amistosos, y por supuesto, de la Afición, con un montón jugados, hubo otros equipos contra los que repetimos amistosos, ya fuese durante la pretemporada o durante los descansos ligueros. Uno de ellos, Ugeraga, frente al que hemos jugado tres amistosos también, contabilizando una victoria y dos derrotas. Otro, La Salle, al que hemos ganado dos veces, perdido otra, y en otra ocasión no se sabe, porque no hubo ni acta, ni resultado.
Mas los tres clubes más habituales a los que nos hemos enfrentado en este tipo de partidos han sido: Loyola Indautxu, Unamuno, y Arkitze.
El amistoso con Loyola, de la temporada 2001-02, en una fecha sin especificar, y sin acta, ni resultado, ni ganador, fue el primero de los ocho que hemos jugado, no oficiales, frente al club de Indautxu. El segundo de ellos, seis pretemporadas después, tampoco tuvo acta, ni resultado, ni ganador. Parecía que por aquel entonces en el equipo de Jesuitas los amistosos se los tomaban con una seriedad relativa. Al menos a la tercera sí que fue la vencida; esto es, sí hubo acta, resultado, y ganador ("Parke", como indicó en el acta un anotador despreocupado por los nombres de los equipos que jugaron), aunque no consta la fecha en que se jugó.
En el cuarto amistoso se mejoró la "logística" en Jesuitas, contando con acta, con fecha, con anotador federado, con los nombres de los equipos correctamente escritos, con resultado, y lo mejor de todo, con la victoria. En aquel amistoso jugado en un módulo del pabellón, ante un equipo de una categoría superior a la nuestra, entrenado por nuestro jugador, Asier, conseguimos el lote completo: victoria y un acta en condiciones.
Desde entonces, ya no logramos ambas cosas. Sí tuvimos actas, con resultados y tal, mas no las victorias. Al contrario, las derrotas fueron claras, especialmente las dos siguientes, en las que salimos de Jesuitas con sendas palizas. En la de 2011-12 tuvimos la osadía de jugar, casi por completo, con el equipo de categoría senior 2ª, frente al equipo local que militaba en senior especial; esto es, dos categorías por encima. Sin embargo, en la escandalosa derrota de la pretemporada siguiente, sí competimos con un equipo de una similar categoría, aunque la diferencia fue casi la misma.
Mas los tres clubes más habituales a los que nos hemos enfrentado en este tipo de partidos han sido: Loyola Indautxu, Unamuno, y Arkitze.
El amistoso con Loyola, de la temporada 2001-02, en una fecha sin especificar, y sin acta, ni resultado, ni ganador, fue el primero de los ocho que hemos jugado, no oficiales, frente al club de Indautxu. El segundo de ellos, seis pretemporadas después, tampoco tuvo acta, ni resultado, ni ganador. Parecía que por aquel entonces en el equipo de Jesuitas los amistosos se los tomaban con una seriedad relativa. Al menos a la tercera sí que fue la vencida; esto es, sí hubo acta, resultado, y ganador ("Parke", como indicó en el acta un anotador despreocupado por los nombres de los equipos que jugaron), aunque no consta la fecha en que se jugó.
En el cuarto amistoso se mejoró la "logística" en Jesuitas, contando con acta, con fecha, con anotador federado, con los nombres de los equipos correctamente escritos, con resultado, y lo mejor de todo, con la victoria. En aquel amistoso jugado en un módulo del pabellón, ante un equipo de una categoría superior a la nuestra, entrenado por nuestro jugador, Asier, conseguimos el lote completo: victoria y un acta en condiciones.
Desde entonces, ya no logramos ambas cosas. Sí tuvimos actas, con resultados y tal, mas no las victorias. Al contrario, las derrotas fueron claras, especialmente las dos siguientes, en las que salimos de Jesuitas con sendas palizas. En la de 2011-12 tuvimos la osadía de jugar, casi por completo, con el equipo de categoría senior 2ª, frente al equipo local que militaba en senior especial; esto es, dos categorías por encima. Sin embargo, en la escandalosa derrota de la pretemporada siguiente, sí competimos con un equipo de una similar categoría, aunque la diferencia fue casi la misma.









