La temporada 2010-11, además de ser la primera en la que coincidieron dos equipos en el club, fue también aquella en la que coincidieron en el equipo de 1ª dos de los mejores bases que han pasado por Parque, y a los que se sigue recordando por su papel clave en los ascensos de 2002-03 y de 2009-10. En ese curso, Iñigo de la Puerta jugaba su tercera, y última, temporada con Parque, y José Solozábal, regresaba siete años después de colaborar en el "ascenso del siglo". En definitiva, se juntaban dos bases de mucha calidad para nuestro debut en la categoría senior 1ª.
Ambos jugaron 69 partidos, en 3 temporadas. Los dos procedían de la cantera de Loyola, y fueron "reclutados" para Parque por Asier. Tanto el uno como el otro contaban con parecidas características deportivas. Ambos formaron parte, en diferentes temporadas, de dos de las mejores plantillas que este club ha disfrutado.
A José, de su anterior etapa, lo recordábamos como un base con un ritmo superior al de la gran mayoría de los bases rivales, y como un intenso defensor. Y a Iñigo de la Puerta lo veíamos como un base con un ritmo superior al de la gran mayoría de los bases rivales, y como un intenso defensor. La diferencia más notoria entre ambos era el tiro libre, puesto que mientras José sufría un calvario cada vez que se encaminaba a la línea, Iñigo sí que tenía buen tiro desde esa distancia. Es más, obtuvo el mejor porcentaje de tiros libres en 2009-10, con un 73%, y aún conserva la segunda y cuarta mejor marca de tiros libres anotados en un partido (17 y 15).
Otra faceta en la que Iñigo destacó fue en el triple, siendo el máximo triplista en la temporada 2009-10, y también en la 2008-09, aunque en esta igualado con Emi. Además, su récord de 7 triples en un partido no ha sido superado, si bien se igualó posteriormente en dos ocasiones. Esos 7 triples los anotó en 2009-10 frente a Sustraiak, y también en 2010-11, con Anbotopeko de rival.
Ambos nos brindaron buenos, e incluso excelentes partidos, tanto en ese 2010-11, en que coincidieron, como en sus otras dos temporadas, ayudándonos a disfrutar de este juego.
Parque tuvo la suerte de contar con dos bases similares, aunque no iguales, con buena lectura del juego, buen tiro (principalmente desde el triple), con ritmo, con buen bote, y buenos defensores. Pero, sobre todo, tuvo la suerte de contar con dos personas con una gran calidad humana. Iñigo y José fueron ese año nuestros bases gemelos.
Ambos jugaron 69 partidos, en 3 temporadas. Los dos procedían de la cantera de Loyola, y fueron "reclutados" para Parque por Asier. Tanto el uno como el otro contaban con parecidas características deportivas. Ambos formaron parte, en diferentes temporadas, de dos de las mejores plantillas que este club ha disfrutado.
A José, de su anterior etapa, lo recordábamos como un base con un ritmo superior al de la gran mayoría de los bases rivales, y como un intenso defensor. Y a Iñigo de la Puerta lo veíamos como un base con un ritmo superior al de la gran mayoría de los bases rivales, y como un intenso defensor. La diferencia más notoria entre ambos era el tiro libre, puesto que mientras José sufría un calvario cada vez que se encaminaba a la línea, Iñigo sí que tenía buen tiro desde esa distancia. Es más, obtuvo el mejor porcentaje de tiros libres en 2009-10, con un 73%, y aún conserva la segunda y cuarta mejor marca de tiros libres anotados en un partido (17 y 15).
Otra faceta en la que Iñigo destacó fue en el triple, siendo el máximo triplista en la temporada 2009-10, y también en la 2008-09, aunque en esta igualado con Emi. Además, su récord de 7 triples en un partido no ha sido superado, si bien se igualó posteriormente en dos ocasiones. Esos 7 triples los anotó en 2009-10 frente a Sustraiak, y también en 2010-11, con Anbotopeko de rival.
Ambos nos brindaron buenos, e incluso excelentes partidos, tanto en ese 2010-11, en que coincidieron, como en sus otras dos temporadas, ayudándonos a disfrutar de este juego.
Parque tuvo la suerte de contar con dos bases similares, aunque no iguales, con buena lectura del juego, buen tiro (principalmente desde el triple), con ritmo, con buen bote, y buenos defensores. Pero, sobre todo, tuvo la suerte de contar con dos personas con una gran calidad humana. Iñigo y José fueron ese año nuestros bases gemelos.
Rhythm is a dancer
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