En 2013-14 se reunía gente suficiente para volver a conformar dos equipos. El de 1ª, a pesar de obtener la misma clasificación, y además ganar dos partidos más que en la temporada anterior, descendió. El motivo fue que se había establecido una reestructuración de las diversas categorías provinciales, y la senior 1ª, en la que habíamos competido en los últimos años, redujo a 24 el número de equipos; y dos temporadas después se redujo aún más, quedando con solo 14 equipos.
A pesar del descenso, continuamos compitiendo en la misma categoría, senior 1ª, por mor del ascenso que había logrado el segundo equipo del club (ver Los ascensos (7). El triunfo del segundo equipo, Los ascensos (8). El triunfo del segundo equipo, Los ascensos (9). El triunfo del segundo equipo). Curiosamente, aquel equipo de 2ª, que realizó una primera fase inolvidable, que le sirvió, matemáticamente, para ascender de categoría, cosechó en toda la temporada el mismo número de victorias (11) que aquel conjunto novato del curso 2010-11, con el que iniciábamos una nueva era en el club.
La 2013-14 nos deparó partidos históricos, como la victoria a Anbotopeko (ver Fe en la victoria (1). Anbotopeko, Fe en la victoria (2). Anbotopeko), la contundente victoria a Sustraiak, la espectacular serie de victorias del equipo de 2ª (ver Las 4 palizas en 52 días (1), Las 4 palizas en 52 días (2)), o la victoria en el campo de Boskozaleak B, mas no por el partido en sí, sino por la vuelta de Patxi a Parque (ver Un beso y un balón (1), Un beso y un balón (2)).
Esta temporada es una de las que más y mejores recuerdos conservo, mas no tanto por el nivel deportivo, sino principalmente por la gran cantidad de festejos y de momentos imaginativos e hilarantes que nos deparó. Todo ello fue posible gracias al buen ambiente que creó buena parte de la gente que integró el club en esa época.
Fueron meses en los que hubo tiempo para disfrazarse (ver Tímido carnaval), o para ir a fiestas de Deusto, tras una frugal cena:
También nos dio tiempo a celebrar la llegada del nuevo año chino, precisamente, en el interior de un restaurante chino.
Fueron meses en los que hubo tiempo para disfrazarse (ver Tímido carnaval), o para ir a fiestas de Deusto, tras una frugal cena:
También nos dio tiempo a celebrar la llegada del nuevo año chino, precisamente, en el interior de un restaurante chino.


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