(3-4-2011). Érase una vez un torneo de baloncesto de cuadrillas en Sestao, que durante prácticamente una década reunió ilusiones diversas en torno a un equipo bilbaíno. Aquel conjunto nada tenía que ver con el club que motiva este blog, aunque algunos integrantes de Parque llegaron a jugar en él.
Fue un equipo de amiguetes, y al mismo tiempo muy competitivo. De hecho, en la gran mayoría de sus participaciones llegó a disputar la final del torneo. Daba la sensación, quizá, de que el equipo competía a un nivel superior al que le confería su capacidad técnica o táctica, mas la realidad es que difícilmente se podía haber llegado a la final, un año tras otro, de no haber sido por la calidad deportiva de aquel brillante equipo.
Dos años después de nuestra última participación (y última final), vuelvo a competir en Sestao, y vuelvo al pabellón de La Benedicta, donde jugamos nuestra primera final; donde todo empezó. En esta ocasión formo parte del nuevo equipo creado en el club Parque Bilbao, que nos va a dar unas cuantas alegrías en esta temporada (ver el blog Un camino para disfrutar: Nos queda la palabra, y otras entradas del 3 de abril).
Al entrar en el pabellón un torbellino de recuerdos tambalea mis sentidos, y dificulta mi concentración. No obstante, ganamos el partido, destacando la inusitada anotación de Mikel García (alias "el friki"), con 22 puntos (5 triples), en uno de sus mejores partidos en Parque.
Terminado el encuentro, al volver al paseo, con el puente colgante al fondo, mis recuerdos se han sosegado, y puedo discernir, entre ellos, la motivadora música ambiental de las finales de un viejo torneo de cuadrillas, y unas botellas de cava en una mochila, prestas a salir de su escondite al alcanzar un triunfo final, que año tras año se nos resiste. Pero entre todas esas reminiscencias, hay una que sobresale: el interior de un viejo Opel Kadett, y una melodía, insistente como un mantra: "Me gustas tú. ¿Qué voy a hacer? Je ne sais pas. ¿Qué voy a hacer? Je ne sais plus..."
Torneo de Sestao 1999
Torneo de Sestao 2002
Me gustas tú


Sestao..., ¡qué buenos recuerdos!:
ResponderEliminarJugar año tras año siendo indefectiblemente cordialmente odiado...
Celebrar con una cena año tras año la derrota en la final...
Sacar la foto de recuerdo en un campo vacío y en tinieblas...
Y el Kadett, sonando Manu Chao y Ahmad metido en el maletero...
Está claro que es cierto aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor.