(Aprox. mayo 2014). Han sido muy habituales en los últimos años las reuniones de equipo al comienzo y al final de cada temporada. La fotografía da cuenta de una de las más multitudinarias, en la que, al igual que tantas otras veces, antes y después, suelto una chapa considerable a la concurrencia. Mi afán, en ocasiones casi obsesivo, de contar con un abanico de normas y protocolos que solucionen posibles imprevistos que surjan durante el curso, hace que mis explicaciones al respecto prolonguen un montón esas reuniones.
(28-06-2014). En Segovia tiene un recuerdo especial (1), tras cierta fotografía de una habitación del hotel, comentaba lo siguiente: "Si en esta habitación del hotel se ven unos cuantos objetos por el medio, no les cuento cómo se encontraba la bañera. En otra ocasión la mostraré...".
Pues esta es la ocasión. Este es el momento de desentrañar aquel misterio que a buen seguro habrá sido fuente de expectación y de curiosidad para algún lector, durante estos 9 meses. Esta es la bañera de la habitación de Unai y mía, donde procuramos enfriar las botellas para un mejor aprovechamiento posterior. A falta de un mejor uso, la bañera cumple un cometido de gran importancia en cualquier festejo que se precie. Eso sí, la bolsa de pipas y el trozo de pizza es el toque artístico de un poeta de la mística y del vino peleón. La bañera de Unai es, en cierta forma, un gráfico resumen del recordado fin de semana del torneo de Segovia.
Mi gran noche


¡Qué composición, qué arte! Diríase que estamos ante un bodegón barroco...
ResponderEliminarPor supuesto. Pero también el ingenioso "invento" de utilizar la bañera como nevera fue obra suya. Así que, parafraseando a los de Mocedades: "Y los muchachos del barrio le llamaban rookie..."
ResponderEliminar