martes, 31 de diciembre de 2019

El fin de la saga

Un nuevo año se acerca, y Parque Bilbao ya va camino de su 24º cumpleaños. En este homenaje navideño aparecen todos los jugadores que tuvieron ficha en alguna temporada, más dos entrenadores que en cierta época ayudaron a llevar el equipo.
 
 
 Hace un montón de años, muchos ya,
nació el primer Parque; el de Juanki e Iván.
Muchas han sido las alegrías, los festejos y celebraciones,
mas también las tristezas, los errores y las decepciones.
23 años han pasado ya,
varias generaciones nos han visto reír o llorar,
muchas ilusiones para olvidar o recordar,
muchas historias en un club sin igual.
Muchos años han pasado ya,
desde nuestra primera navidad,
y aún te seguimos queriendo,
club de amigos; el Parque de verdad. 
  
 
  
                         

 

Aunque en los últimos años ciertos personajes nos hayan tentado a unirnos al lado oscuro, confío en que la fuerza vuelva a ser poderosa; en que haya una nueva esperanza para Parque Bilbao... 

 
 
 
 




                                           
 
 
 
 
 



 

Recuerdos fugaces (15)


(17-06-2019). Es el último día de este curso para entrenar. En realidad, como ya suponía, hoy no ha venido nadie. Voy a cerrar y entregar las llaves del colegio, dando por finalizada nuestra temporada 2018-19. Pero antes, como suelo hacer cada año por estas fechas, echo un último vistazo al campo de juego. Contemplo en silencio a este mudo testigo de nuestras victorias y de nuestras derrotas, del griterío y del silencio de la afición, de las canastas quejumbrosas mientras bajan o suben, del frío, y de la humedad que se filtra desde sus entrañas, que tantos resbalones ha causado. Veo en silencio el lugar donde la amama María Teresa se sentaba, donde Carlos se lesionó, donde algunos se grababan mientras intentaban un mate, donde se entregaron los premios en el día de la Afición, donde fallamos las bandejas y donde metimos las canastas decisivas.



(17-06-2019). Cierro un nuevo año de historietas y de recuerdos. Dentro de esa verja queda una larga época, en la que hemos mejorado y empeorado como club, en la que hemos dado la bienvenida a buenos jugadores, y despedido a otros; en la que hemos conocido a buenos amigos. Este campo encierra once años de anécdotas, de sinsabores y de alegrías.
Fuera de esa verja hay una nueva etapa, un camino que recorrer, un mundo aún por conocer, un sueño o un fracaso por vivir. Marcho en silencio, igual que llegué.



Me cuesta tanto olvidarte

 

lunes, 30 de diciembre de 2019

El clavo ardiendo

Hace más de 23 años eché una mano en el nacimiento de un nuevo club federado de baloncesto...
Cuando desempeñé la labor de entrenador por primera vez, en uno de los primeros partidos de la temporada de nuestro debut, no me imaginaba, ni por asomo, que aquello se convertiría en una costumbre. Es más, en los primeros partidos dirigiendo a aquel primigenio equipo, pensé que esa faceta sería pasajera y que pronto sería otro el que se encargaría de realizarla; si es que el club continuaba otra temporada más, lo que dudaba por aquel entonces. Sin embargo, el club empezó a cumplir años, y tanto el equipo como yo mismo nos dejamos arrastrar por una inercia, quizá compuesta de ciertas dosis de dejadez y de conformismo, que nos llevó a que siguiera entrenando al equipo un año tras otro. De esta forma, con el transcurso del tiempo, me olvidé de mi inicial idea de provisionalidad, transformándola en una rutina, que en ciertas épocas incluso yo mismo llegué a considerar necesaria, tanto para el club, como para mí. Hubo gente que proclamó que el club no era lo mismo sin mí; pero no era menos cierto que yo no era el mismo sin el club. En ese sentido, no sé quién ayudaba más a quién.

Hace muchos años, más de los que puedo o quiero recordar, oí decir a alguien que me agarraba a un clavo ardiendo. Desde entonces he tenido presente esa aseveración, precisamente por el gran número de veces que me he visto envuelto en el mismo error. Han sido muchas las situaciones en las que, a mi pesar, he podido ratificar que efectivamente me estaba agarrando a un clavo ardiendo. De entre ellas, seguramente las más numerosas han tenido que ver con este club, con Parque Bilbao. Mi continuidad en Parque, en unas cuantas ocasiones, ha sido motivada por ese clavo que no quería soltar. A veces, se trataba de no soltar un equipo con evidentes aptitudes baloncestísticas, en teoría destinado a lograr éxitos deportivos; otras veces, se trataba de ayudar a que el club no terminase definitivamente su aventura. Cada año, si la motivación fallaba, buscaba un clavo al que agarrarme; y en muchas ocasiones, el clavo quemaba.
Mientras buscaba clavos en el techo, en mi entorno cercano la vida miraba hacia delante. La gente reía, lloraba, sufría en silencio, cantaba también en silencio, se alejaba, volvía, e incluso, moría. Mientras tanto, yo seguí buscando clavos a los que agarrarme…
No se puede volver el tiempo atrás. Sí se podía en los cuentos, en los cómic, o en las películas, pero en la vida real parece que no. 23 años después no tengo nada claro quién ha salido más beneficiado y quién más perjudicado de esta vida en común con Parque Bilbao. Lo que sí sé es que ha llegado la hora de dejar de buscar clavos.
 
 
El paso del tiempo
 
 

domingo, 29 de diciembre de 2019

Recuerdos fugaces (14)

 
(Temporada 2017-18). Curiosa fotografía de Mikel, de las fichas federativas del equipo junto a las perchas, emulando lo que sería un vestuario personalizado. Esta temporada está salpicada de iniciativas y de imágenes curiosas, que ponen de manifiesto que hay buen rollo dentro del equipo, sobre todo fuera del ámbito puramente deportivo.
 
 
 

(28-08-2017). En las buenas, y en las malas. Desde Parque se ha tratado de dar apoyo a los lesionados, porque, por encima del juego y de las estadísticas, está la persona. Aunque no siempre haya sido así, aunque en ciertos momentos nos hayamos olvidado de las personas, y por tanto, de lo que somos o de lo que pretendemos ser (y por ello, por supuesto, debemos pedir disculpas), hemos intentado no desviarnos demasiado de una antigua idea: la de ser un Club de Amigos.
 
 
 
(1-06-2019). Los titulares del partido de la Afición cantan el himno de festejos de Parque Bilbao. Desde tiempos inmemoriales, desde que estas estrofas se cantaron en el club por primera vez, han pasado de equipo en equipo, de generación en generación, al objeto de que perdure entre nosotros su jovialidad. Sin embargo, como demuestra el vídeo, no todos conocen aún la letra de esta dicharachera canción, por lo que la recuerdo nuevamente:
 
"Caben litros, caben litros,
caben litros en mi barrigón,
muy fresquitos y espumosos,
espumosos igual que el jabón.
Si algún día 20 litros no lograra poderme beber,
no te creas que ya no me gusta,
es que me dura el morón de ayer. Chimpón."
 
Si bien es verdad que nuestro himno se asemeja un tanto a otra conocida canción, no es ni tan siquiera comparable el espíritu festivo que irradia una y otra. Como prueba, incluyo a continuación la otra versión, la más famosa.
 
 
Clavelitos
 
 

Recuerdos fugaces (13)


(22-10-2016). Este es el primer selfie de Parque del que tengo constancia gráfica. Se realiza tras la segunda victoria de la temporada, con Balmaseda de rival. Esto de hacerse selfies tras una victoria, que comienza en esta temporada 2016-17, se convertirá, prácticamente, en hábito durante la temporada siguiente.


 
(7-10-2017). Segunda victoria de la temporada 2017-18, en la cancha de Ugeraga. Este será el año de los selfies.
 
 
 
(10-02-2018). Importante victoria contra Loiu, en nuestra cancha. Como indican los propios protagonistas, es el 6º triunfo de la temporada.



(4-03-2018). Este es el selfie "olvidado". A diferencia de los demás, que se realizan dentro del correspondiente vestuario, en esta ocasión los protagonistas se han olvidado de continuar la costumbre del selfie victorioso, y por ello lo llevan a cabo en el exterior del colegio Zurbaranbarri. En el selfie faltan dos de los nueve jugadores que han ganado muy cómodamente a Bar Jaque Portugalete; la que supone, como señala Mikel, la 7ª victoria de la temporada (y penúltima).
 
 

sábado, 28 de diciembre de 2019

Recuerdos fugaces (12)

Como subrayaba en la entrada anterior, aunque el guionista busque nuevas ideas para animar y mejorar el día de la afición, son los protagonistas los que de verdad pueden lograr que esta jornada sea inolvidable. Y en este sentido, Plato es un animador nato, y su presencia en este tipo de festejos resulta inestimable.
(11-06-2016). En el día de hoy, él es el encargado de presentar un importante premio como es el de Mejor compañero. Dejaré que las imágenes, más que las palabras, describan lo que ha sido uno de los momentos más hilarantes en este tipo de celebraciones.
 

Plato comparte con la concurrencia alguna reflexión sobre el valor del premio en cuestión.

 

Son presentados los nominados (cualquiera de ellos se merece el premio).



Comienza los preparativos de su "chow". Algunos lo miran alucinados, mas tratándose de Plato se pueden esperar cualquier cosa.
 
 
 
Plato realiza la "performance". Una mesa, digamos, de restaurante; un gorro, digamos, oriental (echándole imaginación); comiendo con palillos... Resulta, digamos, evidente, que Plato nos está indicando que el premio de mejor compañero es para Rubén (alias "chino").
 

 
Y como hace Plato, un aplauso para los tres nominados, y para el propio presentador del premio, que una vez más ha demostrado ser el gran capitán de los festejos (ver El otro capitán).
 
 
 

Recuerdos fugaces (11)

 
(11-06-2016). Una de las novedades de la entrega de los premios de esta temporada, es que se nombra a los más votados, y en lugar de proclamar directamente el ganador, se deja que el público y los propios nominados adivinen quién será. Para ello, los presentadores de varios de los premios portan algún objeto, o se visten con alguna indumentaria, que dé una clara pista de a quién corresponde el premio en liza (ver El partido de la Afición (13). El gran chow). En la imagen, Mauri sale de entre "las bambalinas", ya disfrazado con una camisa propia de las noches discotequeras, que permite adivinar que Gonzalo es el ganador del premio.
Es en momentos como este en los que resulta evidente que, no solo importa lo que el guionista haya ideado para hacer más agradable el festejo, sino, y sobre todo, la implicación de los protagonistas. En este sentido, Mauri ha contribuido a que este haya sido uno de los mejores momentos del "chow".
 
 
 
(11-06-2016). Es el momento de la despedida. Estamos a punto de dejar el Txakoli Abasolo, para continuar la fiesta en otra parte, mas lo que no sabemos es que va a ser la última ocasión en que celebremos aquí la comida del día de la afición, puesto que este emblemático mesón cerrará sus puertas unos meses después (ver Las tardes del Abasolo, y Célebres centros gastronómicos (2)).
Nos conformamos con un menú de cervecera sin grandes pretensiones, porque lo que en realidad pretendemos es reunir, aunque sea una vez al año, a una buena parte de la "familia" de Parque Bilbao. Y en esto, el Txakoli Abasolo ha cumplido un importante papel.
 
 

Recuerdos fugaces (10)

 
(Septiembre u octubre de 2014). Curiosa imagen de dos distinguidos maestros de las noches festivas, con la que se podría jugar a encontrar las siete diferencias... Una de ellas es que Plato y Unai cuentan con gustos alcohólicos diversos.
 
 
 
(13-11-2014). Palmera de chocolate y Parque Bilbao han tenido siempre un vínculo especial...
El primer recuerdo que me evoca esta imagen es a Juan (alias "Juanki") comprando palmeras de chocolate a los jugadores de un equipo de categoría escolar, tras la victoria. Entonces me pareció una anécdota divertida, mas con el paso del tiempo la palmera de chocolate se infiltró entre mis hábitos gastronómicos. Y, dietas al margen, aún sigue ahí asentada.
Sin embargo, el motivo de la instantánea no es únicamente hacer partícipe al lector de mis preferencias "gastronómicas", sino más bien referirme a los cumpleaños de la gente de Parque Bilbao. Y es que durante algún tiempo fue costumbre regalar un objeto a algunos de los jugadores, por su cumpleaños. Se trataba de un obsequio modesto, y divertido en la medida de lo posible. De esta forma se ponía de relieve que Parque Bilbao pretendía ser más que un club.
Puesto que son unas cuantas las fotografías de jugadores recibiendo su regalo de cumpleaños, he preferido mostrar la imagen de la situación inversa; esto es, el regalo que Iban, en su cumpleaños, nos lleva a un entrenamiento, y que comparte con sus compañeros. Se trata de una palmera gigante (aunque la fotografía no de buena cuenta del tamaño real) que Iban ha encargado para la ocasión. Por una vez, no es el club el que regala a alguien por su cumpleaños, sino ese alguien quien entrega un obsequio al club. Sin duda un bonito gesto de nuestro veterano rookie, a pesar de la tacha del nombre escrito.
 
 

viernes, 27 de diciembre de 2019

Nuestra afición

Aunque ya se mencionaba en otra ocasión a las incautas aficionadas que acompañaban a los jugadores a nuestros partidos (ver Chicas de oro), también hemos tenido aficionados del género masculino, que igualmente merecen un reconocimiento. Porque, con la cantidad de opciones que a buen seguro tenían para ocupar su tiempo de ocio, prefirieron dedicar un rato para ver a Parque Bilbao. Y esto, además, con el mérito añadido de que, a diferencia de las "chicas de oro", su proceder no partía de una motivación sentimental. Por ello, nuestro agradecimiento por su apoyo, y por su paciencia.
Han sido muchos los seguidores que, durante todos estos años, se han acercado a nuestros campos habituales de juego, o nos han acompañado a diversos lugares de la geografía circundante. Amigos, familiares, e incluso ex jugadores. Puesto que la lista es larga, y a buen seguro podría cometer algunos olvidos, mostraré fotográficamente a varios de ellos, y también de ellas. A toda nuestra afición: ¡Gracias!
 
 Temporada 2002-03. Victoria en el club Arkitze
 
 Temporada 2009-10. Victoria contra Askartza


 Temporada 2010-11. Victoria en Alonsotegi

 

Parque Stars

Hace nueve años comenzó a celebrarse un partido con jugadores de diversos equipos de la geografía vizcaína; esto es, un All Star Game. Su impulsor, Iker Añón, no solo comenzó con éxito este evento deportivo, sino que además ha repetido la experiencia en varias ocasiones. Por lo que respecta a Parque Bilbao, se nos ha invitado varias veces, a las que hemos acudido encantados de la vida.
En la primera edición, en 2010, que al igual que las siguientes, se jugó en el campo de Ugeraga, estuvimos representados por Iñigo de la Puerta e Iker, quien consiguió el MVP del partido, merced a cierto baremo estadístico que se anotaba durante cada encuentro. También asistí yo en calidad de entrenador de uno de los equipos. No recuerdo quién ganó, mas sí que, en cualquier caso, yo perdí, dado que ese día un paraguas que presté a cierto jugador, no regresó de vuelta; y una gorra que portaba y que quedó en el pabellón, alguno decidió llevársela consigo. Fue una pena que una jornada tan agradable la acabase recordando como el día de los "chorizos". A día de hoy ninguno de los dos ha tenido a bien devolver lo que sigue sin ser suyo...
 
All Star 2010

En 2011 el All Star Game estuvo dividido en categorías. No recuerdo si en el de 1ª nos invitaron, mas en el de 2ª estuvimos representados por Javi, e Ibon. Aunque este último, que jugaba su primera temporada en baloncesto federado, albergaba ciertas dudas sobre su capacidad para participar en dicho evento, no desentonó en absoluto.

 All Star de 2ª. 2011
 
Y el último All Star al que hemos sido invitado, y del que tengo constancia fotográfica, es el de 2018, que se celebró en el colegio Paúles. Allí nuestro representante fue Adiran.
 
 All Star 2018
 
 

jueves, 26 de diciembre de 2019

Supertomate (3). El origen

26 de abril de 1998. Hemos jugado un partido de la 10ª jornada de la 2ª fase, en Arrigorriaga, y hemos perdido. Estamos en la estación de tren, Iván, Jose, Carlos, y yo. Esperamos al tren que nos lleve de vuelta a Bilbao. No hay, o no parece haber una predisposición especial hacia la risa; no es, o no parece ser un día especialmente alegre o triste. Sin embargo, creo que Iván, o algún otro, nos ofrece maíces, que también son llamados "pepes", y que alguno conoce por el alias de "josefinos". Esa es la chispa, aunque no recuerdo el auténtico motivo, para que Iván contraataque con un chiste que no solo nos dejará perplejos sino que se convertirá en adictivo en el club. En el mismo intervenía un tomate y un limón, mas no contaré más, puesto que eso es misión de Iván desde hace años. Desde entonces, en cada comida o cena de equipo, o incluso en cualquier otra situación, sin venir a cuento, hay quien solicita a Iván que vuelva a contar el chiste de Supertomate.
El chascarrillo se hizo tan popular, que incluso bauticé con su nombre a uno de los premios que vota la afición. El obsequio que se ha venido entregando cada año tiene que ver con dicha fruta; normalmente, una lata de tomate frito.
 
Iván volvió 11 años después al lugar donde todo comenzó. No lo hizo para contar el famoso chiste (no tengo constancia de que lo hiciera), sino para ejercer como entrenador en la victoria de la 12ª jornada de la 2ª fase, en la temporada 2008-09 (justo la anterior a la del "ascenso silencioso"). Se trataba de una circunstancia diversa, de otros compañeros, y no fue lo mismo, porque el paso del tiempo no permite las réplicas exactas.
Tampoco fue exactamente un Supertomate el premio que Iñigo me entregó al comienzo de la temporada 2011-12. Tras la derrota que sufrimos en casa contra Colegio de Abogados, en la 3ª jornada, entregué a Iñigo de la Puerta los premios de la afición que aún no había recogido de la temporada anterior; esto es, el de mejor defensor (Piña-cerrojo), y el Supertomate. Iñigo, que había fichado por el equipo visitante tan solo unas semanas antes, tuvo a bien regalarme otra lata de tomate frito, o mejor dicho, un simbólico premio de Supertomate. Fue un bonito gesto de uno de los jugadores más grandes que ha pasado por el club, y que tan buen recuerdo nos dejó (ver Los amistosos (8). El adiós de un gran tipo). No pude más que sentir cierto orgullo por ello.
 

 

miércoles, 25 de diciembre de 2019

Vuelven a casa por Navidad

En Navidad vuelve la gente a casa, como nos recordaba la canción del Almendro. Vuelven a reunirse las familias, tanto las bien como las mal avenidas. Vuelve a instalarse el nacimiento, donde lo de menos es si los pastores que van al río son mucho más grandes que este, o si alguno de los reyes magos se cae continuamente del camello, o si la estrella de la anunciación ni brilla ni apunta a ningún lugar.
En Navidad se vuelven a oír los mismos villancicos, las mismas felicitaciones familiares, las canciones de Raphael, las mismas zambombas, panderetas, matasuegras...
En Navidad vuelven las sonrisas forzadas, y las alegrías contagiadas. Vuelve el champán, aunque no sea tal, vuelve el polvorón, que hay que aplastar, vuelve el turrón, y sobre todo, vuelve el mazapán (pero el bueno, el de figuritas diversas).
En Navidad vuelve el dichoso bacalao, mas también vuelve esa carne tan tierna que solo una persona ha sabido hacer, y vuelve la macedonia de frutas en almíbar, o sin almíbar, y la tarta. Los postres que no deben faltar aunque el hambre se haya ido, y que no se deben compartir con los hermanos, ni aunque sea Navidad.
En Navidad algunos se atreven a beber ciertos mejunjes que les ayudan a sonreír, aunque sea por una vez. En Navidad está permitido casi todo, hasta que deja de estarlo. En Navidad el árbol alumbra la llegada de un señor al que no queremos ver, e incluso ni oír, por miedo de que nuestros anhelos se desvanezcan. En Navidad nieva amor y queremos construir un gran muñeco de nieve.
En Navidad vuelven los familiares que quieren inmortalizar nuestros presentes, y que sin embargo, están construyendo futuros recuerdos. Son esas fotografías las que hoy atestiguan que no miento, que hubo un día en que no soñé con la felicidad; simplemente la vi. Un día en que  oí reír, en que oí cantar, en que oí la ternura del corazón. Un día en que comprendí que la Navidad era mi época favorita; en que mi mayor deseo era mantener viva la llama de la ilusión durante todo el año.
 
Vuelven a casa por Navidad los recuerdos de los que ya no están. Los esfuerzos no agradecidos, el amor más grande que alguien pueda recibir, las enseñanzas que hoy sí soy capaz de entender, los sueños olvidados y las ilusiones compartidas. Vuelven a casa, porque siempre estarán en nuestra Navidad.

 
 
 
Navidad
 
 

Nuestros grandes colaboradores

Durante una buena parte de nuestra andadura como club los entrenamientos no contaron con una asistencia numerosa. De hecho, fueron incontables aquellos en los que apenas podíamos realizar un 3 x 3. Con tan poca gente, cualquiera que quisiera entrenar con nosotros, aunque no tuviese ficha, era bienvenido. Esa gente resultó de gran ayuda para que innumerables entrenamientos pudieran ser dignos de tal nombre. A esos que participaron en nuestros entrenamientos, sin ser del equipo, les debemos buena parte de nuestra existencia, porque en ciertas épocas difícilmente hubiera salido el equipo adelante de no haber contado con nadie que entrenase. Por ello, me parece obligado expresar mi más sincero agradecimiento.
En 23 años han sido muchos nombres, y posiblemente me olvidaré de algunos. En cualquier caso, pidiendo disculpas de antemano por cualquier involuntaria omisión, debo dar las gracias a Juan, a Jose, a Iván, a Jesús, a Patxi, a Ahmad, a Maren, a Mikel, a Roberto, a Jon, a Álvaro, a Roberto, a José, a Emiliano, a Andoni, a Gorka, a Gaizka, a Unai, a Iban, a Adrián, a Magno, a Iker, a Jorge, a Julen, a Jokin, a Unai, a Asier, a Samuel, a Juanma, a Gorka, a Javi, a Rubén, a Iñigo, a Adiran, a Ander, a Hugo, a Guillermo, a "Latas", a Gorka, a Aitor, a Vindio, a Ibon, a Sergio, a Diego, a "Plato", a Mikel, a Ander, a Alexis, a otro Ander, a Fran, a Eder, a Aritz, a Villa y familia, a Mery, a Michael, a Esteban, a Félix, a Iker, a Mikel, a Asier, a Mikiii, a Uri, a Iñigo, a Mikel, a camaradas de Gonzalo, de Jon, y de Javi, a Jaseem, a Asens, a Sobrino, a Marco, a Filippo y sus colegas, a Germán, a Sami, a "Txori", a Xabi, a José, a Leire... Y con especial cariño, a aquel grupo que nos acompañó en los entrenamientos de la temporada 2009-10, la del "ascenso silencioso", y que llamamos amistosamente "la ONU". Iban fue el artífice de que viniera aquel grupo que encabezaba el italiano Dario, y al que acompañaban varios norteamericanos.
Para todos ellos, ¡¡¡Feliz Navidad!!!


L'italiano


 

lunes, 23 de diciembre de 2019

El vigésimo aniversario (5)

Tras el Partido Retro, mencionado en la entrada anterior, algunos de los intrépidos jugadores se reunieron en el bar de debajo del colegio, para dar cuenta de algunas bebidas, y de paso para charlar sobre la famosa victoria del Siglo. Se trataba del primer coloquio oficial de la historia de nuestro club. El único "problemilla" de aquel coloquio fue que yo era el único de los presentes que había presenciado aquella victoria histórica frente al equipo de Siglo XXI, así que más que hablar sobre este particular, la charla derivó en seguida hacia otros asuntos de actualidad.
 


El 19º evento de las celebraciones por el vigésimo aniversario, tuvo lugar el 17 de noviembre de 2019. Se trataba de una comida con familias, esto es, incluyendo a los pequeños de la casa. Aunque en la fotografía aparecen únicamente los mayores.



Y el último evento o festejo que aún resta para completar los "20 años 20 festejos" es, precisamente, este blog, con el que pondré punto y final a las celebraciones de nuestro 20º aniversario.
Aunque en el pasado ya escribí otros blogs, que hacían referencia a algunas de nuestras últimas temporadas, para el 20º aniversario decidí comenzar un blog de carácter histórico; esto es, que abarcara noticias, partidos, personas, etc., de toda nuestra historia. En definitiva, “Historietas de un club de amigos. 23 años de recuerdos (1996-2019)".
Este blog histórico pronto se me fue de las manos, y finalmente se ha prolongado tres años; si bien es cierto que ha sufrido varias interrupciones, en ocasiones a causa de mi pereza, y en otras, por ciertas dosis de desánimo, cuando dudé de que semejante dispendio de letras y fotos interesara a alguien. Sin duda este blog pudo ser más, mucho más interesante, mas por razones diversas no pudo contar con la ayuda tecnológica que lo hubiera hecho más atractivo visualmente, ni tampoco con una participación numerosa que lo hubiera hecho más amigable e interactivo. En cualquier caso, mi cabezonería y el ánimo de unos pocos me “forzó” a continuar este blog, y a acabarlo, próximamente.
En la parte final de este viaje, debo agradecer a aquellos que o bien mostraron un cierto interés en todo esto, o a quien colaboró en alguna medida; y sobre todo, y principalmente, a Patxi, quien además de fiel lector durante estos tres años, ha colaborado con algunas ideas (parte de las cuales se plasmaron en entradas de este blog), con unas cuantas elecciones musicales, o con alguna entrevista. Y sobre todo, mi agradecimiento por sus habituales comentarios en una gran cantidad de las entradas publicadas. Su participación ha sido un importante acicate para que continuara y terminara este blog histórico; que no histórico blog.

 

domingo, 22 de diciembre de 2019

El vigésimo aniversario (4)

El 17º evento fue "El partido retro". Consistía en jugar un partido a la vieja usanza; esto es, con la antigua reglamentación (dos tiempos de veinte minutos, posesiones de treinta segundos, 1+1 en los tiros libres...). Además, era menester jugarlo con camisetas retro. Por todo esto, el encuentro resultó uno de los actos más emotivos y agradables de todas las celebraciones del vigésimo aniversario. Eso sí, puesto que tan solo participaron diez intrépidos jugadores, pronto se puso de manifiesto la condición física de cada cual.

 
Tras finalizar el agotador evento, que por supuesto, como cualquier partido retro que se precie, se jugó a una velocidad apta para todos los públicos (aunque algún chavalín tuvo la fea actitud de no dejar de correr), se tuvo a bien entregar algunos obsequios. Así, se concedió una botella de cava a Jorge, por llevar la camiseta retro más extraña. Y a Mario y a Patxi se les entregaron las históricas camisetas con las que Parque ganó a Siglo XXI. En la fotografía se ve a Mario sujetando la número 9, a Manu, con la número 12, que le fue entregada unas semanas antes, y a Patxi, con la número 7. Son las tres camisetas que ambos llevaron en aquella histórica temporada 2002-03, de la que se ha hablado ya en este blog; la del "ascenso del Siglo".

 
 
 
 
We are the world
 
 

sábado, 21 de diciembre de 2019

La vitrina de Parque

Aunque no hayamos logrado glamurosos éxitos deportivos, y aunque no hayamos buscado la fama, sobre todo porque ya sabemos, por cierta película, que la fama cuesta, nuestra vitrina no carece de trofeos. En realidad, por expresarme con mayor propiedad, sucede al contrario, que son los trofeos los que carecen de vitrina. En cualquier caso, aunque a diferencia de los clubs grandes, el nuestro no cuente con una vitrina, podemos presumir de haber recibido varias distinciones. Algunas de ellas llegaron en algunos torneos en los que participamos, y otras, procedentes de la federación vizcaína. Aunque quizá la más curiosa, y la más sonada, se produjo en la televisión...


En la parte inferior izquierda se encuentra el banderín de Mungialde, y encima de este, dos obsequios, correspondientes a los dos años en que participamos en el torneo organizado por dicho club (ver La fiesta de Mungialde (1), La fiesta de Mungialde (2)). Los objetos de abajo a la derecha datan del eurobasket sub 20 masculino que se jugó en Bilbao. Se trata de una acreditación para acudir a los partidos del campeonato, y de un diploma y una medalla, como reconocimientos al club por colaborar en la venta de entradas. Detrás de estas distinciones se puede ver el libro conmemorativo del 50º aniversario de la Sociedad Patronato (mencionado en Templos del basket), y la única copa que poseemos hasta ahora; aunque no es oro todo lo que reluce (ver La copa y los triples con zapatos). Finalmente, el grueso libro que aparece en la imagen, y la medalla del centro, fueron obsequios conmemorativos del 75º aniversario de la federación vizcaína.

Sin embargo, pese a todas estas dádivas, ganadas en realidad por el hecho de participar, y de competir, durante tantos y tantos años en el baloncesto federado vizcaíno, cuando el nombre de Parque Bilbao alcanzó su mayor repercusión mediática fue durante un concurso de Euskal Telebista, llamado "Atrápame si puedes", en el que participó Jon. He aquí la breve conversación en la que nuestro club fue dado a conocer más allá de nuestra frontera. Se puede decir más claro, pero no más alto:


 

viernes, 20 de diciembre de 2019

Recuerdos fugaces (9)

 
(Aprox. mayo 2014). Han sido muy habituales en los últimos años las reuniones de equipo al comienzo y al final de cada temporada. La fotografía da cuenta de una de las más multitudinarias, en la que, al igual que tantas otras veces, antes y después, suelto una chapa considerable a la concurrencia. Mi afán, en ocasiones casi obsesivo, de contar con un abanico de normas y protocolos que solucionen posibles imprevistos que surjan durante el curso, hace que mis explicaciones al respecto prolonguen un montón esas reuniones.
 
 
 
 
(28-06-2014). En Segovia tiene un recuerdo especial (1), tras cierta fotografía de una habitación del hotel, comentaba lo siguiente: "Si en esta habitación del hotel se ven unos cuantos objetos por el medio, no les cuento cómo se encontraba la bañera. En otra ocasión la mostraré...".
Pues esta es la ocasión. Este es el momento de desentrañar aquel misterio que a buen seguro habrá sido fuente de expectación y de curiosidad para algún lector, durante estos 9 meses. Esta es la bañera de la habitación de Unai y mía, donde procuramos enfriar las botellas para un mejor aprovechamiento posterior. A falta de un mejor uso, la bañera cumple un cometido de gran importancia en cualquier festejo que se precie. Eso sí, la bolsa de pipas y el trozo de pizza es el toque artístico de un poeta de la mística y del vino peleón. La bañera de Unai es, en cierta forma, un gráfico resumen del recordado fin de semana del torneo de Segovia.
  
 
 
Mi gran noche
 
 

jueves, 19 de diciembre de 2019

Recuerdos fugaces (8)

En la temporada 2013-14 (ver El año del buen rollo (1), El año del buen rollo (2)) hubo unos cuantos que contribuyeron, especialmente, a crear un ambiente dicharachero en los equipos de Parque Bilbao. He aquí unas significativas imágenes de algunos de ellos.
 
 
 
(12-4-2014). Ibon calienta antes del partido contra Ondarroa. Es una de sus muchas acciones aparentemente extemporáneas, que, sin embargo, ensalzan el espíritu jovial de este "personaje" de la historia de Parque (ver Un ejemplo de superación).
 
 
 
(29-05-2014). Mikel (alias "Mikiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii"), se presenta al entrenamiento de hoy de esta guisa. Es el último entrenamiento oficial del curso (los próximos serán voluntarios, por así decir), y en unos días es su cumpleaños, por lo que ha decidido entrenar con esta indumentaria. Gran mérito, con el calor que eso dará.
 
 
 
(Mayo o junio de 2014). Lo que no le pase al rookie más rookie de la historia de Parque Bilbao...
Unai se queda encerrado entre la verja y la puerta de acceso al campo de juego. No sé si será capaz de salir por sí mismo, o si acudirá en su ayuda alguno de los duendes o personajes místicos de sus relatos. Es otro de los "personajes" más grandes de nuestra historia. (Ver Un clásico y dos rookies (1), Un clásico y dos rookies (2)).
 
 

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Recuerdos fugaces (7)

 
(20-2-2011). La familia Begoña, en una de las últimas fotografías en las que aparece la amama María Teresa. Desde que los hermanos llegaron al club, la presencia de su familia al completo se convirtió en habitual en nuestros partidos, sobre todo los que jugamos en el colegio Zurbaranbarri. Resultaba agradable verlos por allí, especialmente a la amama, que se ganó la simpatía de los miembros del club. Cuando falleció, en enero del año siguiente, la familia de Parque quedó huérfana de una de las aficionadas más fieles, además de la más transigente con el juego que el equipo desplegaba en el campo.
  
 

(21-5-2011). En el polideportivo de Unkina, estos cinco jugadores esperan en la grada a que finalice el partido anterior al suyo. Son todos los que representarán hoy al equipo de 2ª, mas se las arreglarán ellos solos para derrotar a Unkinako Bar Kepa, y lograr así la 11ª y última victoria del curso. Vestirán con la histórica camiseta azul del pub Azzurro, como homenaje a la temporada, también histórica, que ha realizado este nuevo equipo del club (ver Con cinco basta (2)). 
 

domingo, 15 de diciembre de 2019

Recuerdos fugaces (6)


(3-4-2011). Érase una vez un torneo de baloncesto de cuadrillas en Sestao, que durante prácticamente una década reunió ilusiones diversas en torno a un equipo bilbaíno. Aquel conjunto nada tenía que ver con el club que motiva este blog, aunque algunos integrantes de Parque llegaron a jugar en él.
Fue un equipo de amiguetes, y al mismo tiempo muy competitivo. De hecho, en la gran mayoría de sus participaciones llegó a disputar la final del torneo. Daba la sensación, quizá, de que el equipo competía a un nivel superior al que le confería su capacidad técnica o táctica, mas la realidad es que difícilmente se podía haber llegado a la final, un año tras otro, de no haber sido por la calidad deportiva de aquel brillante equipo.
Dos años después de nuestra última participación (y última final), vuelvo a competir en Sestao, y vuelvo al pabellón de La Benedicta, donde jugamos nuestra primera final; donde todo empezó. En esta ocasión formo parte del nuevo equipo creado en el club Parque Bilbao, que nos va a dar unas cuantas alegrías en esta temporada (ver el blog Un camino para disfrutar: Nos queda la palabra, y otras entradas del 3 de abril).
Al entrar en el pabellón un torbellino de recuerdos tambalea mis sentidos, y dificulta mi concentración. No obstante, ganamos el partido, destacando la inusitada anotación de Mikel García (alias "el friki"), con 22 puntos (5 triples), en uno de sus mejores partidos en Parque. 
Terminado el encuentro, al volver al paseo, con el puente colgante al fondo, mis recuerdos se han sosegado, y puedo discernir, entre ellos, la motivadora música ambiental de las finales de un viejo torneo de cuadrillas, y unas botellas de cava en una mochila, prestas a salir de su escondite al alcanzar un triunfo final, que año tras año se nos resiste. Pero entre todas esas reminiscencias, hay una que sobresale: el interior de un viejo Opel Kadett, y una melodía, insistente como un mantra: "Me gustas tú. ¿Qué voy a hacer? Je ne sais pas. ¿Qué voy a hacer? Je ne sais plus..."

Torneo de Sestao 1999

Torneo de Sestao 2002
 
 
Me gustas tú
 
 

sábado, 14 de diciembre de 2019

El vigésimo aniversario (3)

Las siguientes cuatro propuestas de eventos o festejos no se materializaron, o bien por falta de interés, o bien por falta de tiempo de los interesados. Así, se quedaron en simples propuestas, un concurso de disfraces, que consistía en acudir disfrazado al partido que jugamos en la semana de carnaval (aunque hubo quien se disfrazó tras el partido, y por esto afirmó haber participado en el evento); un partido de barbudos contra no barbudos; una excursión del equipo al mercado medieval de Balmaseda; o "El camino de Parque", que inspirado en el camino de Santiago, consistía en recorrer a pie los campos históricos en los que hubiese jugado Parque Bilbao como local (Instituto San Adrián, Colegio Madre de Dios, Ikastola Begoñazpi, Colegio Salesianos, y Colegio Zurbaranbarri) y tomar alguna consumición o similar en alguno de los bares colindantes.
El 12º evento sí que se llevó a cabo. Fue un campeonato de cartas (de mus, concretamente), que tuvo lugar tras la comida del día de la afición de 2018. Cuatro parejas participaron, llevándose los ganadores una botella de vino.
 
 
 
 
En el 12º + 1 se pretendía imitar el formato televisivo de programas como "Españoles por el mundo", o "Vascos por el mundo". En este caso el nombre fue "Patos por el mundo",  en alusión al ánade que ya forma parte de nuestra idiosincrasia, y se trataba de que aquellos jugadores o ex jugadores de Parque Bilbao que se encontrasen viviendo lejos de nuestras fronteras, nos enviasen curiosos vídeos de sus andanzas. Tanto Plato, como Jon, se prestaron a ello.
El 14º evento fue un concurso de dardos. Aprovechando el tirón que este juego tenía por entonces entre algunos de los jugadores del equipo, y que el bar de debajo del colegio Zurbaranbarri contaba con varias dianas, tuvo lugar el primer concurso de dardos de Parque. Si bien los ganadores fueron otros, en esta ocasión se entregó un obsequio a los últimos clasificados.
 
 

Hubo otros dos eventos que no llegaron a celebrarse. "El día del marmitako" pretendía que un equipo del club participase en el concurso gastronómico de la Aste Nagusia 2019, en el día en que los participantes cocinaban un marmitako. Finalmente no se reunió suficiente gente para participar en el acto. "La visita cultural" consistía en visitar el museo marítimo, con Plato como guía, pero tampoco contó con interesados suficientes.

 

jueves, 12 de diciembre de 2019

El vigésimo aniversario (2)

El tercer evento para celebrar nuestro vigésimo aniversario tardó unos cuantos meses en llegar. En abril de 2017 nos fuimos a una bolera cercana para tratar de emular al "Nota", del Gran Lebowski. Allí Maren nos dio algunas lecciones, y nos demostró la clase de un jugador de máximo nivel nacional. Fue uno de los eventos más amenos, que sin embargo no contó con muchos participantes, posiblemente por realizarse un martes.
 

El cuarto festejo fue un partido entre solteros y casados, lo que en realidad no era original en nuestro club (ver Solteros Vs Casados (1), Solteros Vs Casados (2)). Sí lo fue el quinto evento, del que no tengo constancia fotográfica: una visita a una sala de escape.
Unos meses después, hubo un concurso de chistes, en el que solo participaron Plato y Jon, y que ganó este último.


El séptimo evento fue un partido amistoso de veteranos de Parque contra veteranos de Castro Urdiales. De allí nos llevamos una experiencia muy agradable, y en el aspecto deportivo, nos llevamos un empate.